Durante más de cinco horas, bajo una pertinaz lluvia y granizo, elementos del cuerpo de granaderos de la Secretaría de Seguridad Pública local mantuvieron cercados a los vecinos que integran el Movimiento de Pueblos, Barrios y Colonias de Azcapotzalco que protestaban contra la apertura de la Arena Ciudad de México.
El contingente que partió a las 16:30 horas del Deportivo Reynosa Azcapotzalco fue detenido y acorralado a los 10 minutos de que había comenzado su marcha en la calle Ángeles, casi esquina con la avenida San Pablo, de la colonia San Martín.
El plan de los inconformes era marchar por los diferentes barrios hasta llegar a la Plaza del Estudiante donde analizarían si llegaban hasta las puertas del centro de espectáculos que desde mediodía lucía ya resguardado por elementos policiacos.
Antonio Lara, de la Alianza Única del Valle, detalló que otros cuatro contingentes integrados por entre 30 y 50 personas cada uno, que habían partido de otros puntos, fueron encapsulados de manera paralela en sitios como la Plaza del Estudiante, la Glorieta de Camarones, uno más sobre la calle Ángeles y otro en el Eje 5.
En una de las cápsulas de la calle Ángeles sólo hubo momentos de tensión cuando los acorralaron y los inconformes encararon a los granaderos denunciando a gritos que esto es una detención ilegal
, para que liberaran el paso.
El resto del tiempo los manifestantes gritaron consignas, entre ellas la de estamos secuestrados
, “este es el gobierno del PRD, anula tu voto y Marcelo entiende Azcapo no se vende”.
Incluso, luego de que resultó infructuosa la intermediación de dos visitadores adjuntos de la Tercera Visitaduría de Quejas de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal con las autoridades del gobierno capitalino para que abrieran el paso, los manifestantes hicieron una asamblea ciudadana, en la que desconocieron al jefe delegacional de Azcapotzalco, Enrique Vargas, y al titular del Ejecutivo local, Marcelo Ebrard, como autoridades.
En el juicio que efectuaron los vecinos acusaron a las autoridades de robarse el espacio público
para entregarlo a los empresarios, en lugar de construir hospitales o escuelas para la comunidad
.
Alberto Lozano, visitador de la CDHDF, aseguró a los inconformes que la instrucción de encapsular a los manifestantes vino del director general de Concertación Ciudadana del gobierno capitalino, Martín Juárez, con la orden de no liberarlos hasta que comenzara el concierto en la Arena Ciudad de México.
El servidor público adelantó que el órgano defensor de los derechos humanos iniciará una queja por estos acontecimientos.
En punto de las 21 horas la SSP-DF comenzó a retirar los cercos, y los contingentes reanudaron la movilización para concentrarse en Santa Bárbara en donde señalaron que se equivoca el gobierno capitalino si cree que con granaderos va a desactivar un conflicto que requiere de diálogo y no del uso de la fuerza pública.
Con unos cohetones los manifestantes dieron por concluida la protesta, aunque advirtieron que continuarán las acciones en rechazo a la Arena Ciudad de México.