Después de las labores de búsqueda y rescate, ¿qué sigue? Pocas personas se quedaron a apoyar a los damnificados del sismo del 19 de septiembre.
La situación de desamparo de los afectados impulsó al Consultorio de Arquitectura Práctica (CAP) A.C. y al Taller Carlos Leduc Montaño, de la Facultad de Arquitectura (FA) de la UNAM, a instaurar una iniciativa a la que llamaron “Pie de Casa”, la cual responde a la creación de proyectos de vivienda emergente.
En el Abierto Mexicano de Diseño, donde se dio un intercambio entre asociaciones que buscaban ayuda a consecuencia del sismo, Mauricio Durán Blas, coordinador del Taller Carlos Leduc Montaño, coincidió con Silvia Reza Cisneros, del Consultorio de Arquitectura Práctica (CAP), en que ambas agrupaciones trabajaban sobre el mismo objetivo.
Asimismo, Dafne Cuevas, quien trabaja con grupos feministas, contribuyó con una labor social importante, comentó Reza Cisneros. Con ella se platicó la posibilidad de hacer viviendas emergentes a través de “Pie de Casa”, pero no contaban con el personal que se encargara no sólo de hacer las viviendas, sino de diseñarlas.
CAP es un colectivo integrado por nueve exalumnos de la FA que se dedican a la difusión de proyectos y a capacitar en universidades, en comunidades y en organizaciones sociales cómo se pueden concretar proyectos sociales en una comunidad específica.
Por otro lado, la visión de carácter social con la que se forman los alumnos del Taller Carlos Leduc Montaño, de la Facultad de Arquitectura de la UNAM, permite que estos se vinculen con gente que habita en lugares con características arquitectónicas diferentes, lo que les lleva a colaborar en acciones de reconstrucción en diferentes zonas del país.
“En ese sentido, los profesores y el coordinador de Nivel, Rolando Bramlett, participaron con el ejercicio de la vivienda emergente, que en un principio estaba destinada para Juchitán, Oaxaca; Iztapalapa y Xochimilco. Y en el Abierto Mexicano de Diseño nos encontramos con Silvia, quien necesitaba un proyecto y alumnos que pudieran estar interesados en colaborar en este tipo de programas emergentes. Así fue cómo surgió esta situación desde la visión de un taller y desde la visión de exalumnos, en cómo están trabajando a partir de lo que aprendieron en la UNAM”, resaltó Mauricio Durán.
De esta manera, la iniciativa “Pie de Casa” quedó conformada, en un primer momento, a través del esfuerzo colectivo entre el Consultorio de Arquitectura Práctica, A.C y el Taller Carlos Leduc Montaño. Posteriormente, al proyecto se sumaron especialistas en construcción, antropólogos y sociólogos.
La labor de coordinación estuvo a cargo de Mauricio Durán, a su vez, el trabajo de construcción lo coordinó Luis Daniel Munguía, integrante de CAP, e Ignacio Rodríguez, ambos expertos en labores de carpintería.
A decir de Durán Blas, la realización de este proyecto se dio de manera horizontal, “nadie llegó a asumir un rol de arquitecto. Por otra parte, la condición técnica del conocimiento constructivo de los profesores y exalumnos evitó que las casas quedaran como un ‘Frankenstein’, pues al pensarse con cierto material, se tuvieron que desmontar para hacerse con lo que se contaba en el momento”.
Aunque el costo del proyecto original de los alumnos de la FA, valuado en siete mil pesos, se modificó, el material y la herramienta óptima para esta época del año, se obtuvieron gracias a la contribución de empresas y grupos de personas que donaron polines, triplay y láminas que, en su conjunto, elevaron el costo de la construcción.
Hasta el momento, dos de las seis casas proyectadas a construir en el Parque Popular IMPI, están habitadas por familias conformadas por niños y ancianos. Mientras tanto, del otro lado del parque, en el campamento ubicado en las canchas, siete familias esperan ser capacitadas para construir sus propias viviendas.
El trabajo de plática con las familias lo hizo Dafne Cuevas, enfatizó Reza Cisneros. “Ella hizo las juntas para decidir qué familias iban a ser las dos beneficiadas. Ellos decidieron que fueran las más vulnerables”.
De acuerdo con el profesor Durán, el cambio en el proceso del diseño aportó un plus al proyecto. Los alumnos no sólo aprendieron a diseñar sino también a construir. Sin embargo, lo más importante fue la vinculación con las personas, quienes también participaron en la construcción de su vivienda de acuerdo a sus necesidades. Acotó que éstas están pensadas para desmontarse y reutilizarse.
Por otro lado, el Consultorio de Arquitectura Práctica, con apoyo de maestros de la Facultad de Arquitectura, han capacitado a los damnificados respecto a los daños que tienen los edificios y lo que necesitan saber para reconstruir el edificio que se cayó, el 1C, así como saber el estado en que se encuentran los otros edificios, para así tener una postura ante las autoridades de qué estudios se tienen que hacer.
Este material se comparte con autorización de UNAM Global