Ciudad de México | Desinformémonos. Docenas de manos unen pequeños cuadros artesanales en una sola voz que clama por el fin de la violencia contra la niñez y las mujeres. Bordados, pinturas, grabados, relieves o impresiones en computadora conforman «La manta de curación, pieza por pieza y de país en país». Proyecto de arte colaborativo que tiene por objetivo crear conciencia contra las crecientes agresiones sufridas por niños y mujeres.
Una gran manta realizada por otras más pequeñas, la mayoría muestra una consigna: “¡Basta!” “¡Ni una menos!” “Queremos salir porque nos sentimos seguras, no porque somos valientes”. Algunas otras son imágenes con retratos de personas desaparecidas, casi todas mujeres. Unas más son dedicadas a la protección de la Tierra, la Madre Tierra.
La manta de la curación emula la costumbre Patchwork: una antigua técnica ideada por mujeres para fabricar mantas con pequeños trozos de tela y poder así cubrir a sus familias. “Esta vez, la idea es crear una manta monumental que simbolice nuestro enlace y sea un poderoso medio de sanación para nosotras, nuestros hijos, nuestras familias y el planeta” dice un cartel de bienvenida al evento.
La curadora y activista social Marietta Bernstoff, junto a su colectivo Mujeres Artistas y el Maíz (MAMAZ) en Oaxaca, es quien ha impulsado esta iniciativa de reflexión en torno a la violencia. La instalación será llevada a otras ciudades de México y el mundo, en donde se continuará agregando más cuadros. La organización ha recibido confirmación de países como Estados Unidos, Canadá, El Salvador, Reino Unido, Francia, España y Alemania.
Cada vez son más las personas que se manifiestan de manera pacífica alrededor del mundo por medio de actividades lúdicas; Zapatos Rojos, en México y Un violador en tu camino, en Chile, con las más recientes.