“Fifis, chayoteros, hampa del periodismo, chairos, conservadores, mafiosos, trumpistas, neoliberales, maiceados” -entre otros- son algunos de los adjetivos que el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, ha utilizado para describir a quienes ejercen el periodismo en México.
En el último artículo del Topil 38, la defensora y comunicadora Atziri Ávila analiza el estado que guarda la libertad de expresión en la Cuarta Transformación.
Ávila, integrante del Consejo Consultivo del Mecanismo de Protección para Personas Defensoras de Derechos Humanos y Periodistas en México, sentencia: “A un año de gobierno, si bien existe una mayor cercanía a la figura presidencial, a través de las conferencias matutinas o “las mañaneras”, esto no garantiza el libre ejercicio de los derechos, sino que esta práctica ha sido cuestionada, al propiciar el control de la información y la construcción de una agenda que mantiene al gobierno en una especie de campaña permanente y que invisibiliza e impide cuestionar problemáticas graves que vive el país como la inseguridad, violencia, feminicidios”.
Leer toda la reflexión de Atziri Ávila: El Topil 38.- AMLO a examen
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