Jalapa, Ver., 7 de julio. Más de 2 mil centroamericanos que se han quedado varados en el municipio de Coatzacoalcos desde el 17 de junio, cuando descarriló el tren en la estación de Arriaga, Chiapas, han provocado tumultos por la comida, de suerte tal que la casa del migrante María Auxiliadora debió cerrar y el ayuntamiento declaró que sólo les proporcionará ayuda por dos semanas más. Tras descarrilarse La Bestia, los migrantes se encuentran varados en Las Choapas, Acayucan, Medias Aguas y Tierra Blanca, pero la mayoría se ha concentrado en Coatzacoalcos, debajo del puente de la avenida Uno, al poniente de la ciudad, que es por donde están instaladas las vías del tren. Los voluntarios que atienden la casa del migrante, en la colonia Ejidal del Puerto, dijeron que en las dos semanas recientes se han “juntado tantos migrantes que la ropa, zapatos y víveres que ofrecían no fueron suficientes.
Comenzaron las peleas entre ellos por ropa, zapatos o comida, ya no podíamos controlarlos y llegó un momento en que las agresiones fueron contra los propios administradores, entonces cerramos el albergue. Los vecinos se quejaron debido a que el albergue es insuficiente, y entonces los migrantes
se metieran a los patios de las casa vecinas, hicieran sus necesidades en la calle y tuvieran pleitos y agresiones. Debido a las frecuentes denuncias de los habitantes, las autoridades religiosas y los voluntarios de la casa del migrante María Auxiliadora, no tuvieron otra opción que cerrar el refugio para evitar más inconformidades. Raúl Otoniel Morazán, cónsul de Honduras en México, informó que
a diario entran por la frontera sur alrededor de 700 centroamericanos, de los cuales 60 por ciento son migrantesa quienes las autoridades estatales y municipales
no tienen la capacidad de atender, ahora que se han quedado varados.
Para paliar el problema, el ayuntamiento de Coatzacoalcos y el gobierno del estado instalaron servicios provisionales para los migrantes; baños móviles, regaderas, ropa y un par de cocinas para atender las necesidades básicas, en lo que la empresa Ferrosur arregla el desperfecto en las vías y se restablece el flujo migratorio. El viernes pasado, durante la entrega de despensas a los voluntarios que atienden a los migrantes, el edil de Coatzacoalcos, Marcos Theurel Cotero, se declaró incompetente para atender la emergencia.
Vamos a dar apoyo a los migrantes durante 15 días, pero no podemos hacernos cargo de algo que es competencia del gobierno federal. Hay muchas necesidades en el municipio y no se pueden desviar los recursos para atender a los migrantes, ahorita lo estamos haciendo de manera humanitaria y para evitar problemas, pero no es obligación municipal ni del estado, dijo. Theurel Cotero dijo que la presencia de migrantes en Coatzacoalcos ha generado inconformidades entre los habitantes de ocho colonias del poniente de la ciudad, ubicadas a lo largo de las vías del ferrocarril, desde el Puente Coatzacoalcos uno hasta el puente avenida Uno. El ayuntamiento reporta que en estas colonias se ha incrementado la vagancia, la mendicidad, el robo a casa habitación, el asalto a transeúnte y las grescas callejeras.