Ciudad de México | Desinformémonos. Donald Trump, presidente de Estados Unidos, aprobará los planes de construcción de dos oleoductos que causaron polémica desde que se anunciaron, entre los que se encuentra el que cruzaría el estado de Dakota del Norte, cuya suspensión fue ordenada por el gobierno anterior.
El nuevo mandatario permitirá las obras del oleoducto Keystone XL, que transportará crudo desde Canadá a las refinerías estadounidenses, y el que atravesaría el territorio de la comunidad Sioux de Standing Rock, en Dakota.
Barack Obama, ante la presión que ejerció la comunidad ligada a la protección ambiental, canceló el proyecto Keystone XL, el cual recibía apoyo del gobierno de Canadá, aunque el propio primer ministro, Justin Trudeau, decidió despegarse de la idea.
Mientras tanto, la empresa Dakota Access Pipeline pretende construir un oleoducto por debajo del río Missouri y el lago artificial Oahe, que son las fuentes de agua potable para la tribu Sioux de Standing Rock, que se opuso a su construcción de mil 866 kilómetros ante la amenaza de filtraciones y contaminación.
Los Sioux quieren que el trazo del oleoducto pase lejos de las tierras que rodean su reserva y que consideran sagradas.
Otros grupos indígenas del norte de Estados Unidos junto con activistas se unieron a la defensa del territorio Sioux, por lo que rechazaron la construcción del oleoducto y acompañan a la tribu en sus acciones y protestas desde que inició el conflicto con la empresa.
En noviembre pasado, el gobierno estadounidense de Obama ordenó la suspensión de la construcción del oleoducto en territorio de la comunidad, pero con Trump a la cabeza, el proyecto podría reanudarse, así como el Keystone XL.