Foto: Cuartoscuro
Ciudad de México | Desinformémonos. Voceras de las familias triquis desplazadas de Tierra Blanca Copala, Oaxaca, que fueron desalojadas de su plantón y encapsuladas desde el 25 de abril en la Ciudad de México, denunciaron que recibieron amenazas de las autoridades para que se trasladaran a La Casa del Estudiante.
Una de las mujeres triquis acusó que las familias fueron amenazadas con que sus hijos serían llevados al DIF si no se subían a los transportes que los reubicarían.
Las familias, acompañadas por integrantes de la comunidad otomí residente en la Ciudad de México y de la Caravana por el Agua y por la Vida, permanecieron encapsuladas durante más de 24 horas por elementos de la Secretaría de Seguridad Pública, luego de que el 25 de abril fueron desalojadas del campamento provisional que instalaron en Eje Central para exigir atención a sus demandas de reubicación y retorno seguro a su comunidad y de que se resistieran a ser trasladados a un “albergue” en la colonia Valle Gómez.
Durante el desalojo y el encapsulamiento, los triquis, otomís, colectivos y periodistas que los acompañaron fueron víctimas de represión, golpes y detenciones por parte de los granaderos, quienes rompieron el cerco policial hasta la noche del 26 de abril.
Venustiana López, integrante de la comunidad triqui, recalcó que durante la retención mujeres y niños fueron agredidos por parte de los granaderos y que fueron obligados a firmar una minuta para ser liberados del encapsulamiento.
La madrugada del 25 de abril, cientos de policías capitalinos desalojaron el campamento de las familias triquis, desplazadas de Tierra Blanca Copala, Oaxaca, que desde hace 15 meses exigían seguridad y ser retornadas a su comunidad frente al Palacio de Bellas Artes en la Ciudad de México.
Tras el desalojo, las familias fueron trasladadas a un albergue en la colonia Valle Gómez, donde denunciaron las condiciones insalubres del lugar y la falta de visibilidad a sus demandas que provocaba permanecer ahí, por lo que se negaron a quedarse. Sin embargo, los granaderos no les permitieron la salida y realizaron dos encapsulamientos a las familias, pueblos y organizaciones que las acompañaban.
Las familias mantenían el campamento para exigir la intervención del gobierno federal por el desplazamiento forzado del que fueron víctimas en diciembre de 2020, cuando fueron expulsados por la violencia armada atribuida al Movimiento de Unificación y Lucha Triqui (MULT).