Ciudad de México | Desinformémonos. El gobernador de Texas, Greg Abbott, ordenó el despliegue de cientos de patrullas a lo largo de la frontera con México para “crear un muro de acero” que impida la entrada a los miles de migrantes, en su mayoría haitianos, que se encuentran en las orillas del Río Bravo.
Abbott también redobló la seguridad en los alrededores del puente que une el municipio texano Del Río y la ciudad coahuilense de Ciudad Acuña, donde días antes casi 15 mil haitianos fueron retenidos en un campamento improvisado.
“No los estamos atrapando para liberarlos, lo que hacemos es atraparlos y meterlos en la cárcel”, dijo el teniente Christopher Olivarez, del departamento de seguridad pública de Texas.
El gobierno de Joe Biden ya inició con la deportación de las decenas de migrantes que cruzaron a Estados Unidos, quienes ya fueron repatriados a Haití, mientras que otros cientos esperan su traslado a otros países como Chile o Brasil, o al municipio de Ciudad Acuña.
Por otra parte, en la frontera sur de México miles de migrantes buscan rutas alternativas para continuar su camino hacia Estados Unidos y la Ciudad de México, por lo que comenzaron a avanzar a pie o en camionetas por las veredas y ríos de los municipios de Motozintla, Chicomuselo, La Concordia, Villaflores, Ocozocoautla, Tuxtla y Malpaso, luego de meses de permanecer varados en Chiapas sin que procedieran sus trámites migratorios.
Parte de los migrantes avanza por la Sierra de Chiapas con los trámites que realizaron en la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar) o en el Instituto Nacional de Migración (INM), e incluso algunos aseguraron que las autoridades les reconocieron su condición de refugiado, pero no les dieron ningún documento oficial que lo acredite.
“Estoy realmente cansado de la policía migratoria. No son buenos. Nosotros tenemos papeles y documentos, tenemos el paso libre, déjenos pasar”, dijo uno de los migrantes.
Algunos de los migrantes, en su mayoría haitianos, pero también de Venezuela, Nicaragua y Cuba, ya no buscan llegar a Estados Unidos, sino la Ciudad de México y otras metrópolis mexicanas con la intención de buscar trabajo, pues huyen de la pobreza, la violencia y la persecución en sus países de origen.