San Cristóbal de Las Casas, Chis. El obispo de la diócesis local, Felipe Arizmendi Esquivel, informó que las 17 familias católicas desplazadas -desde agosto pasado- del ejido Puebla, municipio de Chenalhó, suspendieron el retorno que tenían programado para el próximo 14 de este mes, hasta que existan condiciones de seguridad.
En entrevista, dijo que la decisión fue tomada después de que el pasado viernes 7 de marzo amaneció quemada una de las puertas del salón de catequesis, donde están guardadas las imágenes de los santos católicos.
Ya estaba programado el retorno de las 98 personas para el próximo 14 y yo las iba a acompañar, pero sucedió este acontecimiento triste que nos preocupa, pues se pospuso lamentablemente el regreso, hasta que encuentren condiciones de mayor seguridad para ellos, agregó.
Abundó: Yo no creo que sean las autoridades ni los líderes de los protestantes quienes hayan mandado a hacer esto; no falta una que otra gente que no quiere que haya paz y armonía porque le conviene a veces el desorden.
Luego de lamentar profundamente el incidente, pidió a las autoridades locales que vean cómo se puede evitar este tipo de problemas.
Lo lamento porque los desplazados refugiados en la comunidad de Acteal– están sufriendo mucho. Las autoridades estatales y federales han hecho bastante (por resolver el problema) pero hay individuos que son enemigos de la paz, no saben convivir con los diferentes y esto nos preocupa, remarcó Arizmendi Esquivel.
Las 98 personas tzotziles se desplazaron del ejido Puebla en agosto pasado, luego de denunciar una serie de agresiones de la mayoría evangélica, por la presunta disputa del terreno de la ermita, que según un dictamen de la Dirección General de Asociaciones Religiosas de la Secretaría de Gobernación es propiedad federal en uso y administrado por la diócesis de San Cristóbal de Las Casas.