Ciudad de México | Desinformémonos. “Si viene a Estados Unidos ilegalmente, será expulsado. Su viaje no va a tener éxito y habrá puesto en peligro su vida y la de su familia”, dijo el secretario de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Alejandro Mayorkas, frente a la llegada masiva de migrantes, en su mayoría haitianos, que intentan cruzar al país desde México.
La declaración del gobierno de Joe Biden sucede luego de que 14 mil migrantes lograran entrar al país el pasado jueves, quienes permanecen retenidos en un campamento improvisado sin comida, agua ni servicios de sanidad y debajo de un puente en el municipio de Del Río, al sur de Texas.
Ante la llegada de los migrantes, Estados Unidos cerró la frontera para evitar la entrada de más grupos y remarcó que cualquier persona que entre de manera “ilegal” será “devuelta” a su país de origen.
Dentro de las acciones para detener el flujo migratorio el gobierno desplegó el lunes a la policía fronteriza a caballo para detener a los centroamericanos y bloquear los puntos de entrada por los que ingresaron los migrantes, quienes cruzaron el río Bravo por una zona de menor profundidad.
Testigos aseguran que los agentes rodearon con los caballos a los migrantes y los amenazaron con las riendas, utilizadas a modo de látigo.
Los migrantes, originarios principalmente de Haití, Nicaragüa, Venezuela y Cuba, fueron retenidos por las autoridades estadounidenses y agrupados en un campamento luego de que lograran entrar al país el pasado jueves. Al municipio de Del Río han llegado 400 agentes de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza.
“Hemos reiterado que nuestras fronteras no están abiertas. [El objetivo] es garantizar que los migrantes irregulares sean detenidos, procesados y sacados rápidamente de Estados Unidos”, dijo Marsha Espinosa, portavoz del Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés), este fin de semana.
Algunos migrantes junto con sus familias decidieron volver a Ciudad Acuña, en Coahuila, a esperar que se resuelva su situación frente al miedo de ser repatriados por Estados Unidos.