A casi un mes del hallazgo del cuerpo de Santiago Maldonado en la Pu Lof en Resistencia del departamento de Cushamen, provincia de Chubut, la Justicia Federal de Esquel no volvió al lugar para analizar la escena del hecho, tomar muestras del agua y de la tierra, medir la profundidad del río y su temperatura en comparación con el 1 de agosto, momento en que desapareció Santiago. Además de no comparar en detalle el tipo de barro del lugar con el que tenía la ropa de la víctima, tampoco se explica cómo fue posible que los buzos de Prefectura hayan pasado al menos tres veces por el mismo sitio sin encontrar el cuerpo, teniendo en cuenta que la profundidad del río era menor, la corriente era menor y el agua más cristalina que al momento de hallazgo.
Para mal de males, el juez Gustavo Lleral se negó por segunda vez a aceptar los expertos independientes que reclama la familia Maldonado para volver a analizar la zona donde fue encontrado el cuerpo. En diálogo con Nuestras Voces, Sergio Maldonado lo explicó así: “Yo no puedo creer en los buzos que dicen que no tocaron el suelo en el momento en que encuentran el cuerpo de mi hermano. Y al estudiar los videos del hallazgo, noto que hacen pie perfectamente, pero algunos dijeron que no. Y la zona donde supuestamente aseguraron que corrió Santiago está plagada de rosa mosqueta. Hay un montón de cosas que me indican que él no estuvo ahí. Debería haber tenido la ropa toda rota y eso no sucedió. El cuerpo fue encontrado en línea recta a la casilla de guardia de los mapuches. Si él hubiese ido por ahí corriendo tendría la ropa rajada, su pantalón de nieve y la campera rotos, y no tenía ninguna rotura en la ropa. De todas maneras, todo esto lo deberían precisar los peritos forenses después del 24 de noviembre con las conclusiones de la autopsia. Aunque el DNI también estaba impecable en el bolsillo de su pantalón. En otro bolsillo tenía dinero y monedas. Todo bien conservado, es un poco raro, ¿no? Y las contradicciones de los buzos… Dicen que miden un metro setenta y con las patas de rana no hacen pie, pero les da el agua al pecho y aparecen firmes y quietos en el video del 17 de octubre. Por eso no confío en nadie. Pido los expertos independientes de la UBA, porque no puedo confiar en las fuerzas de seguridad. Con todas estas cosas, sospecho de que pudieron haber plantado el cuerpo”.
Lo mismo dijo la abogada de la familia Maldonado, Verónica Heredia. Ella estuvo una semana antes en el mismo lugar y no vio absolutamente nada en el río. El cuerpo de Santiago fue encontrado a unos 70 metros de donde el testigo mapuche Matías Santana señaló que lo vio rodeado de gendarmes, cuando él cruzó a caballo. Pero el juez no parece investigar una desaparición forzada. Ya pasaron más de 100 días de este caso emblemático y la Justicia deja muchísimo que desear.
Nadie allanó la Estancia Leleque de Benetton, ni peritó las llamadas del jefe de Gabinete del Ministerio de Seguridad, Pablo Noceti, que estaba a 7 kilómetros de la lof en tierras controladas por el personal jerárquico de Benetton.
Y como si esto fuese poco, el juez Lleral no realizó un cuadro de situación de tiempo y lugar para identificar a los gendarmes en la vera del río desde que Santiago fue fotografiado con vida en la lof por la propia Gendarmería a las 11:32 del 1 de agosto hasta que el subalférez Emmanuel Echazú del destacamento El Bolsón comenzó a redactar el acta de procedimiento a las 13:30 de ese mismo día. ¿Qué pasó en esa brecha horaria? ¿Qué gendarmes llegaron al río? ¿Vieron a Santiago?
En la nota del 29 de octubre repasamos cómo fueron los movimientos de los gendarmes involucrados en la represión ilegal en la lof. No existió delito en flagrancia ni orden judicial para allanar el territorio indígena recuperado en 2015.
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