El 28 de septiembre se conmemora la Acción Global por el Derecho al Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Bajo la bandera de aborto, libre feminista y antirracista los múltiples colectivos de mujeres se movilizaron pidiendo el fin de la criminalización del aborto y el derecho a decidir sobre sus cuerpos.

La sentencia de la Corte Constitucional del 10 de mayo del 2006 que despenalizó parcialmente el aborto en Colombia marcó un antes y un después para los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres colombianas. Dicho fallo fue un hito importante en la historia del país, resultado de una larga disputa en las calles como en los espacios de poder.

Fueron múltiples los intentos de despenalizar el aborto en Colombia, el primero de ellos se hizo 30 años antes de que Mónica Roa presentara su demanda ante la Corte Constitucional. Seria en 1975 cuando el senador liberal Iván López Botero presentaba su proyecto el cual proponía la interrupción del embarazo hasta las 12 semanas en caso de peligro para la vida o la salud de la mujer o la posibilidad de que “el niño que está por nacer” tuviera una enfermedad o lesión genética incurable, entre los requisitos proponía entre otros que la mujer fuera menor de 45 y mayor de 15 años, que en caso de que la mujeres estuviese casada necesitaba la autorización del marido y si era soltera y menor de edad, la autorización de la persona quien ejercía la custodia.

Dicho proyecto de ley pretendía remplazar los artículos en el Código Penal de 1936, vigente hasta 1980, que penalizaba el aborto bajo cualquier circunstancia con penas entre uno y seis años.

Fue hacia 1979 bajo la autoría de la representante liberal Consuelo Lleras, que se daría un segundo intento, el cual no distaba mucho del anterior, pero que incluía, la despenalización en casos de que el embarazo fuera consecuencia de acceso carnal violento o abusivo (en dicho caso debía ser comprobado por un juez). Esta propuesta también se debía hacer juntamente con el marido en caso de que la mujer estuviese casada y del representante legal en casos de menores de 16 años.

Ambos proyectos de ley (los cuales no fueron aprobados) se presentaron en la década de los 70’s, época del despertar del movimiento feminista en Colombia que gestaría el primer Encuentro Nacional de Mujeres el cual se realizó en Medellín en diciembre de 1978. El movimiento feminista se adhirió a la Campaña internacional por el derecho al aborto la cual culminaría con una masiva movilización el 31 de marzo de 1979. Tanto la movilización como los proyectos de ley visibilizaron la problemática del aborto en Colombia y permitieron así ocupar espacios que históricamente han sido pensado como masculinos como las calles, la vía pública y los espacios de poder.

La década de los 80´s iniciaría con la celebración del primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe, el cual se realizó en Bogotá en 1981 con la participación de 300 mujeres de distintos lugares del continente, dicho encuentro abriría los debates frente a temas como la sexualidad, el aborto y la orientación sexual. 

Posteriormente se presentarían dos proyectos de ley para despenalizar el aborto en 1987 por el senador liberal Eduardo Romo Rosero, y en 1989, por el senador liberal Emilio Urrea. Compartiendo varios puntos con los proyectos del pasado estos tenían la particularidad que estaban basados en las altas cifras del aborto clandestino en el país y el impacto de estos en mujeres empobrecidas, adicionalmente argumentaban el derecho de las mujeres a tomar la decisión y no involucraban a la pareja o represéntate legal.

Así el debate en torno al aborto fue insertándose poco a poco en la agenda pública como una problemática social y un asunto del Estado. Cuando llego la Asamblea Nacional Constituyente iniciando la década de los 90’s el movimiento de mujeres tuvo una participación importante y a pesar de los múltiples esfuerzos no se logró consagra el derecho al aborto en la nueva Constitución, pero si se garantizasen unos importantes derechos para las mujeres.

La nueva constitución también traería consigo la creación de la Corte Constitucional la cual abriría un nuevo camino en los intentos de despenalización del aborto en Colombia, tanto vía proyectos de ley como a través de demandas presentadas a la Corte Constitucional.

Tres proyectos de ley, dos en 1993 presentados por la representante liberal Ana García de  Pechtalt  y el segundo por la senadora Vera Grave de la Alianza Democrática M-19, respectivamente y un tercero en 1997 presentado por la senadora liberal Piedad Córdoba. Buscaron modificar el Código Penal u despenalizar el aborto en ciertas circunstancias, parecidas a las de los proyectos anteriores. Hasta este punto no se había presentado un proyecto de ley que buscara despenalizar completamente el aborto, sino que siempre se ha contemplado bajo circunstancias específicas. Lo novedoso en estos nuevos proyectos seria la sustentación en argumentos de salud pública y el derecho a la libre opción a la maternidad entendiendo así el aborto como un derecho sexual y reproductivo.

Por medio de la vía constitucional la corte se pronunció por primera vez en la sentencia C-133 del 1994 y declaro la constitucionalidad de la norma que sancionaba el aborto con prisión de uno a tres años.

Así a lo largo de los años el derecho al aborto se fue disputando y visibilizando como una problemática social y responsabilidad de la política pública y se posiciono los derechos sexuales y reproductivos como derechos humanos. Luego de 30 años se logró la despenalización del aborto en Colombia y así el derecho –parcial – de las mujeres colombianas a decidir sobre sus cuerpos. Pero en este camino aún queda mucho por recorrer en aras de que ninguna otra mujer pierda su vida y la libertad de decidir sobre su propio cuerpo en el país.

Las mujeres de México y Argentina han dado soplos de esperanza al conseguir con resistencia y tenacidad el acceso al aborto libre, seguro y gratuito para todas, pero la marea verde sigue en la constante lucha bajo la misma exigencia histórica “Educación sexual para decidir, anticonceptivos para no abortar y aborto libre para no morir ¡Libres nos queremos!”

*Esta nota tomó información de la Tesis “El Aborto en Colombia cambios legales y transformaciones sociales” de Anika Dalen

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