Ciudad de México | Desinformémonos. Los damnificados del estado de Oaxaca reclamaron al gobernador Alejandro Murat las irregularidades en la distribución de la ayuda humanitaria ante el sismo de 8.2 grados, y gritaron “¡fuera!, ¡fuera!” durante un mítin, en el que el funcionario respondió: “Momento amigo, estoy hablando, estoy en un momento de tragedia. Aquí es un momento de tragedia”.
“Sólo quieren joder al pueblo”, acusan los pobladores de las zonas afectadas por el sismo del 7 de septiembre.
En otro momento, algunos de los trabajadores del hospital general de Juchitán cuestionaron al secretario estatal de salud, Celestino Alonso Álvarez, por querer llevarse un tráiler con víveres que donaron los doctores de Toluca.
“Soy trabajador del hospital general de Juchitán y pido respeto. No se trata a una mujer así y no se mienta la madre. Yo lo hubiera hecho con usted (y cómo hubiera reaccionado)”.
Los inconformes denunciaron que el funcionario de salud llegó al hospital improvisado de Juchitán para evitar que se continuara con la descarga de la ayuda humanitaria, pues, dijo, él mismo la iba a repartir.
Los trabajadores que se opusieron fueron amenazados con que se enviaría a la Marina para que les quitaran los víveres y los acusarían del robo del trailer. Sin embargo, los inconformes siguieron con la confrontación y cuestionaron a Alonso Álvarez: “¿por qué no se ve el apoyo de la Secretaría de Salud y del gobierno del estado?”.
Momentos después, una trabajadora explicó que la intención del secretario de Salud era llevarse los víveres a la base de ciudad Ixtepec. “Los trabajadores del hospital nos opusimos, se descargó y van a salir unidades móviles para que se repartan las despensas casa por casa de las familias afectadas y a gente que está durmiendo en las calles”, señaló la mujer.
Desde hace varios días, las autoridades y funcionarios han sido acusados de distribuir la ayuda humanitaria entre sus simpatizantes, mientras que las comunidades más afectadas por el sismo no reciben lo suficiente o nada para sobrevivir. De acuerdo con la población oaxaqueña, la única intención del gobierno en la entidad es evidenciar con fotografías y videos que ayudan, pero poco después se van.