“Encontramos desconocimiento por parte de las autoridades de los mecanismos y normas de respuesta a una crisis humanitaria, tanto las establecidas por el país como los estándares mínimos internacionales”, señaló la coordinadora del programa de Acción Humanitaria de Oxfam México, Alejandra d’Hyver, ante la actitud gubernamental frente a los sismos del 7 y 19 de septiembre.
La declaración de d’Hyver se basó en los resultados de los equipos de evaluación que Oxfam envió a Morelos, Oaxaca y Puebla para identificar los daños y las necesidades de los damnificados.
Indicó que en esos tres estados se detectó la falta de coordinación entre el gobierno, la sociedad civil y los afectados, y destacó que la respuesta de los ciudadanía superó la capacidad de las instituciones gubernamentales para distribuir los víveres y que incluso hubo politización en la ayuda.
Agregó que las autoridades tampoco han hecho un censo adecuado de los daños ni de los damnificados, ni han clasificado la información de acuerdo al sexo o edad, lo que obstaculiza la atención de necesidades específicas entre niños, adultos mayores y personas con alguna discapacidad.
Ante la falta de un censo de daños, quienes tienen su campo laboral en el sector agrícola o comercial no pueden regresar a sus actividades hasta que se reactive el abasto de insumos y bienes, señaló d’Hyver.
Por otra parte, indicó que la población más afectada es la de menores recursos, principalmente las mujeres, quienes han perdido fuentes de ingreso y se les ha incrementado la carga de trabajo de cuidados mientras las escuelas no abran.
Frente al panorama, la organización llamó a combatir las vulnerabilidades estructurales evidenciadas con los sismos recientes y evitar que se reproduzcan en las etapas de recuperación, rehabilitación y reconstrucción, “para así prevenir pérdida de vidas y del sustento de las personas en futuros sismos”.