Ciudad de México | Desinformémonos. En lo que va del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto se recrudeció el uso de la fuerza para reprimir la protesta social, coartar el derecho a la asociación y a la libertad de expresión, al igual que las agresiones contra los periodistas con la búsqueda de “legitimar la arbitrariedad” para atentar contra el acceso a la información, señaló la organización Artículo 19 en su informe “Libertades en resistencia”.
De acuerdo con los datos del informe, en el 2016 fueron asesinados 7 manifestantes, se detuvo a 27 personas y se registró a más de 200 civiles en el contexto de una protesta social, lo que se suma a las 57 agresiones contra periodistas que cubrían las movilizaciones y actos, más los 22 ataques en este 2017.
Uno de los estados en los que más se incrementó el uso de la fuerza en las protestas sociales del 2016 fue Oaxaca, donde los elementos de seguridad no se rigen por los principios de legalidad, excepcionalidad, necesidad y proporcionalidad, denuncia el informe.
Entre los ejemplos que utilizó A19 para ejemplificarlo, destacó la represión ocurrida en Nochixtlán el 19 de junio. El informe señala que cuando las autoridades federales negaron el uso de armas de fuego tras los reportes de la prensa, “violaron el derecho de acceso a la información de la sociedad, criminalizaron a los manifestantes y desprestigiaron la labor de la prensa que se encontraba en ese momento en riesgo”.
Además, el informe documenta las formas de espionaje y vigilancia en México, las cuales calificó de ser “una forma sofisticada y casi invisible para inhibir y limitar el libre flujo de información”. Principalmente, el Estado mejoró las formas de vigilancia a través de los dispositivos móviles y la actividad digital para dar seguimiento a los periodistas y ciudadanos.