Ciudad de México | Desinformémonos. Luego de tres jornadas de trabajo en la primera Cumbre de los pueblos y comunidades en lucha contra el extractivismo, más de 700 delegados de 400 comunidades se unieron para continuar con la organización en defensa de su territorio y la naturaleza, así como visibilizar la gravedad de los megaproyectos en los territorios e impulsar la unidad comunitaria y territorial, la movilización y la resistencia permanente.
Durante la Cumbre, impulsada y coordinada por la Plataforma del Movimiento Social y Popular de Honduras (PMSPH), se explicó que “estos proyectos son desarrollados a costa de la violación de los derechos humanos, la violación del Convenio 169 de la OIT, la estigmatización y criminalización a las organizaciones, la división de las comunidades, la judicialización de defensores y defensoras y el asesinato de compañeros y compañeras que han hecho frente a este modelo de despojo que, a expensas de extraer nuestros bienes comunes para cubrir la demanda del gran capital, se empobrece a las comunidades”.
Las comunidades participantes aseguraron que Honduras se impulsa una política de neo-colonización de los territorios «en la que el despojo es justificado bajo la idea del mal llamado desarrollo», que responde a un modelo de producción «que privilegia la obtención y acumulación de riquezas».
Hasta ahora hay por lo menos 714 megaproyectos y se calcula que entre el 30 y 35 por ciento del territorio ya está concesionado. Los pueblos y comunidades denunciaron que la imposición de estos modelos extractivistas provoca la división de la población, violencia, despojos, desplazamiento, inseguridad y caos climático.
Por esto, los pueblos exigieron la cancelación de todos los megaproyectos que atentan contra los recursos naturales en Honduras, e instaron a las autoridades a respetar los procedimientos expresados en convenios ratificados por Honduras, como por ejemplo el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales y la Declaración de la ONU sobre derechos de los pueblos indígenas, así como a detener la represión y la militarización en los territorios.
«La participación ha sido extraordinaria y hay decenas de comunidades que se están sumando al esfuerzo que viene haciendo la Plataforma. Hay entusiasmo y disposición a juntarse, coordinar estrategias y planificar acciones de resistencia y lucha. Exigimos la derogación de las leyes y que se cancelen todos estos proyectos de muerte. No podemos continuar con una situación donde se han asesinado a compañeros y compañeras, destruido comunidades, desalojado a pueblos», dijo Miriam Miranda, coordinadora de la Organización Fraternal Negra Hondureña, Ofraneh.
Por último, recordaron la muerte de la líder indígena y ambientalista Berta Cáceres, quien fue asesinada el pasado 3 de marzo por sujetos desconocidos en su casa en La Esperanza. Ante esto, anunciaron la movilización de cientos de comunidades el próximo 2 de marzo contra el modelo extractivista.