Fotos: Juan Trujillo Limones
Santiago, Chile. En la jornada de protesta popular del día de ayer lunes, las concentraciones pacíficas continuaron no solo en las Plazas Italia y Ñuñoa, así como el barrio exclusivo de Los Condes. Los saqueos e incendios premeditados se extendieron a otras regiones de Chile como Concepción y Chillán. Al cumplirse la tercera noche de “toque de queda” desde las 20 horas, el presidente Sebastián Piñeira habló en cadena nacional como “indignado” y sobre su deber por resguardar el orden público y descalificó los “actos vandálicos” por lo que invocó la “Ley de Seguridad del Estado contra el puñado de delincuentes “. Notificó que habrá un “plan de reconstrucción”.
Piñeira destacó que el parlamento aprobó el congelamiento del alza al transporte colectivo metro. Como si se tratara de una campaña electoral, prometió estrategias en la administración de las pensiones, más empleos, mejoras en la salud e incluso medicamentos más económicos. Después prometió un diálogo este martes para llegar a acuerdos con la clase política. Minutos después los carabineros y militares disuadieron con gases lacrimógenos y detonaciones de armas de fuego al aire la protesta pacífica en algunos puntos de esta ciudad.
La prensa local y el gobierno, explican poco, sin precisiones ni las identidades de los ya 15 muertos confirmados por el Ministerio del Interior y se enfocan en los actos violentos que quemaron supermercados, las 14 estaciones de metro y el control militar de la ciudad. Así en las protestas callejeras de ayer, fueron detenidas 97 personas con lo que se llega a la cifra de 700 personas detenidas en esta ciudad y casi 2643 en todo el país. Los heridos son 134 por parte de uniformados y 67 civiles. Por su parte, el Instituto de Derechos Humanos (IDH) recibió querellas por 9 mujeres que fueron desnudadas dentro de las comisarias policiacas. Por otro lado, la noche del lunes se confirmó la muerte de un joven de 25 años por disparo de bala en Curicó. El Ministerio reconoció también los muertos en Santiago, la Serena, Talcahuano, además de las 43 acciones pacíficas lo que representa según esa fuente 130 mil personas movilizadas en el país.
Hay personas detenidas por desobedecer el toque de queda y por los destrozos a establecimientos comerciales. En todo caso, éstos últimos, han actuado sin obstáculos policiacos y mucho menos sin que guardias de seguridad privadas que intervengan para su prevención.
“Despertó, despertó, Chile despertó”
La manifestación pacífica de Plaza Italia, concentró a poco más de 7 mil personas quienes no sólo celebraban la desobediencia popular al “estado de emergencia”, sino que también bailaron, hicieron música y mostraron creativamente pancartas y mantas reivindicativas. “Chile despertó” fue una de las consignas más poderosas que se bailó, pero quizá con mayor profundidad la demanda de renuncia Piñeira y la petición de “Asamblea Constituyente” y una “Nueva Constitución”.
Roberto y su amigo Pablo estudian publicidad y se dirigen en autobús a esa concentración. Mientras, narran cómo el sistema de la Asociación de Fondos Provinciales (AFP) supone un abuso a la vida de los trabajadores y esa es una de las razones por las que asisten a protestar.
En la calle de Providencia que desemboca en Plaza Italia un grupo de encapuchados infiltrados y ajenos a la protesta pacífica, incendió una plataforma comercial lo que provocó la incursión de las Fuerzas Especiales con detonaciones de gases lacrimógenos y de la tanqueta wanaco que bañó de agua a buena parte de la multitud.
“Aquí no hay ningún partido político, es un movimiento incluso familiar”, explicó Tomás publicista y residente de Santiago mientras llegaba una nube de gas lacrimógeno al río colindante Mapocho. Aquí, además del aroma a gas, huele a joven. Unos con cabello pintado, otras chicas con blusas y blusas veraniegas. Otras feministas con su orgulloso paliacates verde se reúnen entre ellas para tocar las cacerolas. El cielo es barrido por al menos dos helicópteros de la fuerza policiaca de carabineros y otros dos aviones rascan el cielo.
“Nos hemos cansado, porque nos han robado todo, la agricultura, las minas, la educación” dice Álvaro mientras sostiene la manta donde se puede leer “estudiante firme y consciente en la lucha se sigue vigente”. De pronto, otro helicóptero del ejército sobrevuela la manifestación.
A las 13:30 horas, en la estación de metro Universidad Católica hubo disparos con gases lacrimógenos y golpes entre elementos militares y civiles desarmados. Las imágenes le dan la vuelta al país pues contó con un agresivo operativo policiaco-militar de disuasión y contención con gases lacrimógenos, balas “perdigones” de goma y balazos al aire.
Una increíble imagen que invocó los tiempos de la dictadura (1973-1990) se presentó en el barrio de clase alta, Los Condes: al menos 4 tanquetas del ejército avanzaron en línea recta por la avenida Apoquindo donde bloquearon el paso de manifestantes hasta esperar por la tarde la imposición del toque de queda. Ahí, con gases lacrimógenos dejaron claro a los manifestantes quien manda en la ciudad.
Caída ya la noche, se registró un fuerte incendio en la ciudad sureña de Concepción que nada tuvo que ver con alguna protesta pacífica.
El presidente Piñeira, en su mensaje nocturno, evitó mencionar y mucho menos lamentar los muertos, sus nombres y las causas de su trágico desenlace. Más bien espetó que había extendido el “estado de emergencia” a las regiones de Atacama y Los Lagos. El gobierno al menos reconoció 2 muertos baleados por militares.
Pasadas las 20 horas, se registraron disparos con arma de fuego en varios barrios de Santiago y nada se habló de los detenidos que se encuentran en las diferentes comisarias por no decir de los posibles que se encuentran todavía sin contacto con familiares o con
El IDH, informó que hay 283 personas detenidas, 44 heridos 9 de ellos graves, 9 personas desnudadas en procedimientos policiales y el anuncio de la presentación de querellas por violencia policial. De las 283 personas detenidas, 151 son hombres, 61 mujeres y 71 son niños y/o adolescentes. De acuerdo a los testimonios recogidos por ese Instituto, los detenidos denuncian uso desmedido de la fuerza al momento de la detención, vejaciones injustas a infantes, malos tratos, golpes en rostros y muslos, torturas, desnudamientos a mujeres y hombres, vejaciones sexuales, entre otros abusos.
Las movilizaciones pacíficas y populares son ya un río revuelto que no parará en esta ciudad capital ni con acuerdos entre la clase política, por lo contrario, se fortalecerá en otras regiones ahora también hasta que no se esclarezca cómo, cuándo y quien cobró la vida de esos 15 seres humanos.
¿Dónde están? ¿Quién recogió los cuerpos? ¿Qué fuerza policiaco-militar los intervino? ¿A dónde los llevaron?