Durante los últimos tres años han ocurrido 1 mil 668 agresiones contra mujeres defensoras de derechos humanos en Mesoamérica. Los ataques, caracterizados por sus “elevados y preocupantes grados de impunidad”, van en aumento. En 2012 se registraron 414 y para 2014, 762, es decir, la cifra creció en 45.7 por ciento.
Los agentes estatales son los principales perpetradores de las agresiones contra las mujeres defensoras en México, Honduras, Guatemala y El Salvador. Para el periodo 2012-2014, los funcionarios públicos destacan como responsables en el 66 por ciento de los casos.
Respecto de los cuatro países referidos, Guatemala y México son los que concentran más agresiones contra las mujeres defensoras. El primero registró 633; el segundo, 616. En estos dos países el incremento de las agresiones durante el periodo referido es también mayor: de 40.25 y 38.31 por ciento, respectivamente.
Las agresiones más comunes, en orden de prelación, son: intimidación y hostigamiento psicológico (351 casos); amenazas, advertencias y ultimátum (265); calumnias, señalamientos y campañas de desprestigio (145); uso excesivo de la fuerza (101); detención ilegal y arresto arbitrario (71); y criminalización y judicialización (69).
Entre 2012 y 2014, 32 mujeres defensoras fueron asesinadas en la región, 14 de ellas en México y 10 en Guatemala. Otras 39 sufrieron intentos de homicidio.
Estos hallazgos constan en Agresiones contra defensoras de derechos en Mesoamérica. Informe 2012-2014,investigación elaborada en colectivo por las personas, organizaciones, redes e iniciativas nacionales que conforman la Iniciativa Mesoamericana de Mujeres Defensoras de Derechos Humanos (IM-Defensoras).
A partir de su registro de agresiones contra defensoras de derechos humanos, quienes conforman esta Iniciativa concluyen que “ser defensora en Mesoamérica se ha convertido en un riesgo permanente que amenaza la vida, seguridad y bienestar tanto de las defensoras de los derechos humanos como de sus colegas, familiares y las poblaciones con las que trabajan”.
En relación con el incremento de las agresiones contra las defensoras de la región precisan que las causas son diversas: desde la mayor capacidad de registro por parte de los equipos de cada país, hasta la exacerbación del contexto de violencia y agresiones hacia estas personas.
Las defensoras del territorio y los bienes naturales son las más agredidas. No obstante, también son blanco las mujeres que promueven los siguientes derechos: de las mujeres a una vida libre de violencia, los laborales, la participación política y comunitaria de las mujeres, los sexuales y reproductivos, a la información y a libertad de expresión, y el derecho a defender derechos.
En su informe, que se hizo público hace apenas unos días, IM-Defensoras destaca que en el 37 por ciento de las 1 mil 668 agresiones que lograron documentar para periodo 2012-2014, existen componentes de género, es decir, se trata de casos que presentan alguna de las formas de discriminación y violencia contra mujeres motivadas por su condición de género.
Atziri Ávila, coordinadora de la Red Nacional de Defensoras de Derechos Humanos, que forma parte de IM-Defensoras, destaca la importancia de este registro ya que ninguno de los gobiernos de la región cuenta con una estadística de estas características: desagregada por sexo y que identifique los componentes de género en las agresiones.
Registrar, dice, permite visibilizar las problemáticas a nivel local e internacional, pero también avanzar en el tema de la atención a las mujeres defensoras que sufren los impactos de esta violencia.