Ciudad de México | Desinformémonos. Las alertas tras la erupción del volcán de Fuego en Guatemala aumentaron el viernes ante las condiciones de peligro por la lluvia y nuevos flujos “fuertes” de sedimento, lo que ha detenido las labores de rescate para evaluar si es seguro que entren los rescatistas a la “zona cero”.
“Se registra nuevamente descenso de lahares (flujos de sedimento y agua). Éstos son fuertes, producto de la acumulación de material de la reciente actividad del Volcán de Fuego”, informó el Instituto Nacional de Sismología, Vulcanología, Meteorología e Hidrología local.
“Se estima que éstos desciendan calientes, emanando vapores, transportando material fino similar al cemento, rocas de dos a tres metros de diámetro y troncos de árboles que son arrastrados por la corriente, afectando principalmente a las comunidades ubicadas en las orillas de las barrancas y los pasos” de vehículos, agregó.
De acuerdo con la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conared), las evaluaciones tras los descensos de flujos piroclásticos de las pasadas 12 horas y los lahares por lluvias son para determinar si ingresan los rescatistas, tras cinco días de la erupción que dejó al menos 109 muertos y 200 desaparecidos, y que sepultó a la comunidad San Miguel, Los Lotes.
Los protocolos internacionales establecen que, luego de 72 horas de un desastre natural con magnitud como la de la erupción del 3 de junio, las operaciones de búsqueda deben ser suspendidas al considerarse que no existen posibilidades de encontrar personas con vida, sin embargo las autoridades no detuvieron las operaciones hasta el jueves, cuando lo intestable del terreno obligó a los rescatistas a evacuar el lugar.
La erupción del volcán también provocó que 12 mil 407 personas fueran desalojadas de sus hogares y 3 mil 710 se quedaran en albergues del país.