Tras su éxito en el Palacio de Bellas Artes, Las Hermanas García lanzan su CD, ‘Sabor a mar’, que revive joyas musicales de las costas de Latinoamérica.
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Para dar seguimiento al éxito de su primer CD –y su magnífico concierto en el Palacio de Bellas Artes– Las Hermanas Garcia, dos jovencitas de la dolorida costa occidental de México, extienden el alcance de su música desde su natal Guerrero, hacia las costas de muchos otros países latinoamericanos, apropiándose de boleros de oro, muchos de ellos que se habían dejado de interpretar— y abriendose a géneros totalmente nuevos para ellas, como el vals peruano y el son cubano. El nuevo CD de Las Hermanas García, ‘Sabor a mar’ (Discos Corason, 2019) es la nueva cara del bolero latinoamericano: fresco, fino y cien por ciento costeño.
La historia vertiginosa de Las Hermanas García empieza en el pueblo de Ometepec, Guerrero, en donde ecuchaban los boleros de Álvaro Carrillo y de otros compositores costeños, desde el vientre de su madre, mientras que su padre, Mariano García, los interpetaba con la pasión de un músico obsesionado. Mariano es conocido en la región como un excelente intérprete del requinto y es tal vez el mejor arreglista del repertorio que aquí interpretan.
Desde muy chicas, Mariano llevaba a sus hijas a las noches de bohemia en Ometepec, eventos sobre todo frecuentados por hombres, y ahí Laura y Celia aprendieron a interpretar los boleros costeños con una sensibilidad que ha sorprendido a artífices del bolero mexicano y que ha resultado en más de 2.5 millones de escuchas en las plataformas digitales y presentaciones en el Festival Cervantino, en el Palacio de Bellas Artes, en el Cumbre Tajín y en foros muy importantes de Londres y Oxford.
En su nuevo disco, Sabor a mar, Las Hermanas García interpretan boleros compuestos entre 1928 y 2018, de la Costa Chica y de otras costas mexicanas: de Cuba, de Puerto Rico, de Colombia, de Venezuela, de Perú y de la República Dominicana. Algunos, como Lágrimas negras y Sabor a mi, son muy conocidos, otros, como ¿Porqué negar? de Agustín Lara y el maravilloso Desmayo, de Rafael Hernández, fueron clásicos en su momento pero actualmente poco interpretados. Cada uno de los 15 temas ha sido arreglado por Mariano García, quien les da un toque moderno dentro de lo tradicional.
A los boleros costeños y las chilenas de Álvaro Carrillo, Las Hermanas García añaden ahora sus versiones propias del bolero-son y el son cubano, además del vals peruano. Hacen suyo tanto el bolero, Te amo, escrito por el maestro colombiano Jorge Añez en 1932, como La bohemia sin ti, escrito en 2018 por el costeño Marcos Martínez, quien falleció el año pasado.
La historia de Sabor a mar comenzó muy pronto tras su primera grabación, cuando Mariano García, le comentó al fundador de Discos Corasón, Eduardo Llerenas, que deseaba expandir sus horizontes musicales y tocar canciones de amor de otros países, en un estilo que sedujera a los fanáticos seguidores de los boleros y las chilenas de Costa Chica. Eduardo se fascinó con la idea y comenzó a alimentar a Mariano con una serie de boleros de la época de oro, y con canciones de amor de Cuba, Puerto Rico, República Dominicana, Venezuela, Colombia y Perú. Sugirió también canciones de diferentes costas mexicanas: del Istmo de Tehuantepec, de Yucatán y Veracruz, además de proponer que se incluyera algunas canciones muy conocidas de la propia Costa Chica y por lo menos un bolero nuevo, para mostrar la fuerza creativa de la región natal de este grupo. Mariano admite que el reto era más grande de lo que había imaginado, pues las melodías y la estética varían de una costa a la otra. Tampoco es fácil convertir boleros y sones de los gigantes de la música cubana a las identidades más suaves y juguetonas de la Costa Chica de México. Mariano explica: “Estos boleros tienen ya un muy buen balance entre la lírica y la armonía, y yo trabajo de oído, así que tuve que encontrar el modo de reunir los elementos qué a la nueva generación y a las generaciones de antes, les pudiera gustar. Si no lograra esto, mi trabajo sería un fracaso”.
Los arreglos de Mariano y las voces de Las Hermanas García, logran unificar este amplio repertorio en uno costeño. Aparte de las melodías exquisitas, que no requieren de una orquestación elaborada, todos los compositores costeños coquetean incansablemente con sus musas: no hay melodrama; no hablan de traición ni de venganza; su mundo es uno más dulce, donde Tu voz vivirá para siempre, aunque pasen más de mil años, pero allá tal como aquí, en la boca llevarás, sabor a mí. En los orígenes del bolero, que nació en Santiago de Cuba a finales del siglo XIX, los músicos frecuentemente comisionaban a poetas, muchos ya reconocidos, para que escribieran las letras, o bien elegían poemas y los musicalizaban. Esto aún pasaba en la década de los cincuenta. Juan Gonzalo Rosé, el compositor peruano de Tu voz, era un poeta establecido y, aunque Álvaro Carrillo es mejor conocido como un bohemio romántico y rebelde, fue, desde su niñez, un apasionado de los libros y un poeta nato, como lo demuestra el bolero Que sea para mí, mismo que abre el disco. Celia, la primera voz y la más joven de las hermanas, comenta que su estado natal, Guerrero, se conoce en el mundo por su violencia, muchas veces contra las mujeres. Pero Guerrero es hermoso, con chispa y alegría. En los viajes de Las Hermanas García a la Ciudad de México, a Veracruz, a Cuernavaca, a Londres y a Oxford, ellas comunican lo opuesto a la violencia: sus voces hablan de la poesía y la elegancia de la cultura guerrerense. El 3 de abril de este año, fecha que corresponde con el 50 aniversario luctuoso de ‘Alvaro Carrillo, Las Hermanas García cantaron a Álvaro Carrillo en la Sala Manuel M Ponce del Palacio de Bellas Artes. El concierto, con casa llena de un público apasionado, confirmó no solo la popularidad de las jóvenes guerrerenses, sino también el aprecio de la nueva generación por el repertorio de Álvaro Carrillo. Celia y Laura García dedican este nuevo CD a sus seguidores, a los amigos y a la familia, porque todos ellos insistieron en que no es suficiente escuchar nuevas canciones en la radio y en las plataformas digitales. Les pidieron a las Hermanas un disco físico, con su cuadernillo impreso, con fotos de ambas cantantes y con una excelente calidad de audio. Misión cumplida.