Ciudad de México | Desinformémonos. Luego del derrame de 40 millones de desechos tóxicos de la minera Buenavista del Cobre en los ríos Bacanuchi y Sonora, sucedido el 6 de agosto de 2014, hubo otro “pequeño escape” que el gobierno del entonces presidente Enrique Peña Nieto no informó y que se calcula ocurrió entre el 16 y el 18 de septiembre del mismo año, informó José Alonso Novelo Baeza, titular de la Comisión Federal para la Protección contra Riesgos Sanitarios (Cofepris).
Por el encubrimiento del hecho, en la zona hay más de mil enfermos “no reconocidos” por el Fideicomiso Río Sonora, la empresa Grupo México y las estadísticas del gobierno federal, mientras que el agua continúa contaminada, reveló por su parte el director del Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi), Juan Antonio Ferrer Aguilar.
“Fue un pequeño escape, no comparable con el primero, pero sí se sumó a él”, indicó el funcionario, quien explicó que el segundo derrame sucedió por el “requebrajamiento” en la estructura del represo Tinajas 1 y el represo Tinajas 2. “Todavía no estaba terminado, había unas válvulas que todavía no estaban instaladas y ahí ocurrió”, añadió.
“Hubo dos sucesos: un convenio se firmó por el derrame del 6 de agosto (de 2014), pero 40 o 42 días después hubo otro derrame, del que sus acuerdos no están establecidos en ningún convenio, por lo que todo hay que revisarlo”, expresó Novelo Baeza.
La información revelada sucedió después del recorrido que realizaron varios funcionarios, entre ellos Novelo Baeza y Ferrer Aguilar, en el Hospital General de Ures, después de visitar la infraestructura, aún obra negra, de lo que sería la Unidad de Vigilancia Epidemiológica.
Por su parte, Grupo México aseguró que nunca hubo un segundo derrame en el río Sonora y señaló en un comunicado que el 17 de septiembre de 2014 se registraron en la región lluvias atípicas derivadas del paso del huracán Odile, las cuales causaron un desbordamiento de aguas pluviales, sin presencia de ninguna sustancia contaminante.
Con información de Proceso