Ciudad de México | Desinformémonos. El Registro Nacional de Datos de Personas Extraviadas y Desaparecidas (RNPED) tiene errores básicos en su base de datos al guardar nombres, edades, lugares de desaparición e incluso el género incorrecto de las víctimas, denunció un diagnóstico elaborado por el Centro Diocesano para los Derechos Humanos Fray Juan de Larios.
Señaló que el Registro tampoco distingue entre quienes desaparecieron por accidente y los que fueron desaparecidos de manera forzada por funcionarios o particulares, además de que la base de datos sólo consigna datos existentes en averiguaciones previas iniciadas desde enero de 2014 y que éstas no necesariamente reflejan todos los casos individuales de desaparecidos, ya que pueden incluir las historias de más de una víctima en un expediente único.
Michael Chamberlin, subdirector del centro Fray Juan de Larios, explicó que los errores en los datos se deben en parte a la falta de coordinación con las bases de información de otros organismos gubernamentales y civiles.
El diagnóstico reveló que también son dados de baja varios nombres cuando se considera que pudieron ser víctimas de otros hechos diferentes a la desaparición, como secuestro o trata de personas.
“Este informe seco y árido nos provoca ganas de llorar. Dar de baja de la lista a personas que siguen desaparecidas no sólo produce distorsión, sino que es un acto cruel, despiadado y maligno, cuyo objetivo es matizar la crisis que vive México en este terreno”, expresó el ex integrante del Comité de Naciones Unidas contra la Desaparición Forzada, Santiago Corcuera.
De acuerdo con el diagnóstico, la falla más importante del Registro es que no diferencia entre las personas extraviadas y las desaparecidas, lo que quizá responda a la intención de enmascarar la dimensión del problema en el país.