La campaña internacional por la libertad de Alberto Patishtán Gómez y Francisco Sántiz López muestra las verdaderas razones por las que están en prisión
, expresó el escritor Raúl Zibechi al manifestar desde Montevideo su respaldo a los presos indígenas de Chiapas. Cuando los de abajo se ponen de pie, cuando los pobres del mundo dicen su palabra y se organizan, son sistemáticamente acusados de terroristas y violentos, y contra ellos se ponen en marcha campañas de difamación y se les echan encima los aparatos represivos
, añadió. En vísperas del inicio de la segunda semana mundial en favor de Sántiz López, base de apoyo del EZLN, y del profesor Patishtán, adherente de la otra campaña, el analista uruguayo, colaborador de La Jornada, apuntó: “Cuando los de arriba se roban los bienes públicos, cuando los banqueros se apropian de los dineros y del trabajo de todos, son premiados con cargos en malos gobiernos y se usan los dineros de los Estados para salvar sus negocios sucios. Esa es la justicia del Estado, del mal gobierno. Una justicia que encarcela a los hijos de la Pachamama, a los que la defienden y la cuidan, pero deja el libertad a los que la destruyen para usarla como mercancía. No son errores ni desviaciones, sino el verdadero sentido de la justicia de los Estados: proteger a los de arriba y condenar a los de abajo. En este mundo existen dos justicias: la de los gobiernos y la de los pueblos. La primera la ejecutan señores blancos y ricos protegidos por guardias armados, que se encierran en palacios para tomar decisiones. La segunda, la comunitaria toma sus decisiones en asambleas de la gente común, que es la gente del color de la tierra, donde todos y todas pueden debatir porque no hacen falta abogados ni especialistas para distinguir el bien del mal
.
A tumbar las paredes del calabozo. Parteros de un mundo nuevo En un mensaje a los organizadores de las protestas ante embajadas y consulados de nuestro país en el extranjero, Zibechi concluyó:
Son dos justicias para dos mundos opuestos. Algún día nuestra justicia podrá juzgar a los de arriba; y ese día los de arriba serán condenados a vivir de su trabajo, a cuidar de los bienes comunes. Serán condenados a vivir como vivimos el 99 por ciento de los seres humanos. Ese día, que no está lejos, recordaremos a los hermanos Patishtán y Sántiz López como dos de los muchos parteros y parteras que hicieron posible el nacimiento de un mundo nuevo.