Guatemala | Desinformémonos. Con una ceremonia tradicional maya, Lolita Chávez, feminista comunitaria y defensora del territorio k’iche exiliada hace siete años, fue recibida hoy en la Plaza de las Niñas de Guatemala, nombrada así por el asesinato de 41 niñas en un “hogar seguro” el 8 de marzo de 2017.
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Luego de participar en asambleas comunitarias en San Cristóbal de las Casas, Chiapas; Milpa Alta, Ciudad de México; y la comunidad de La Esperanza, en Honduras, donde fue recibida por el Copinh, organización creada por la defensora lenca Berta Cáceres, asesinada por su defensa del río Gualcarque, la también sanadora ancestral Lolita Chávez retornó a Guatemala acompañada de una comunidad internacional integrada por defensores de Chile, Argentina, México, Honduras, Uruguay, Italia, Kurdistán, Euskal Herria y otros territorios del mundo, para continuar su camino en colectivo hacia su comunidad de Santa Cruz del Quiché, de donde fue exiliada por oponerse a las empresas madereras.
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El retorno de Lolita Chávez a su comunidad en Ixim Ulew, conocido como Guatemala, sucede luego de siete años de que las amenazas, ataques armados y criminalización en su contra la obligaron a salir del país, en el contexto de su lucha contra las transnacionales que codician los recursos naturales.
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“Voy a retornar, pero en comunidad, y la espiritualidad y las ancestras caminarán conmigo. Se lo digo al gobierno: voy a retornar porque no soy una criminal”, dijo Chávez, quien logró su desjudicialización luego de más de seis años de exilio, pues fue acusada de haber secuestrado un tráiler con armamento y droga, a pesar de que ella ni siquiera sabe manejar.
El retorno en comunidad de Lolita Chávez inició el pasado 21 de junio, acompañada y recibida por mujeres y defensoras de Chiapas, Honduras y, ahora, Guatemala. Su llegada a Santa Cruz del Quiché, su comunidad, será bienvenida con una ceremonia ancestral, una asamblea general y “una gran fiesta de recibimiento” con el pueblo k’iche.
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“Retorno a un territorio que nunca dejó de luchar. Regresamos en comunidad a un territorio que da una pequeña esperanza porque el gobierno tiene una presión popular, una presión de movimientos y de pueblos originarios”, dijo Chávez desde antes de que comenzara su recorrido en caravana hacia Ixim Ulew, el cual, asegura, es “para caminar el mundo”.
