Ciudad de México | Desinformémonos. La resistencia indígena Sioux en Standing Rock, Dakota del norte y de casi cien tribus de todo Estados Unidos y Canadá, mantienen una lucha contra la construcción del oleoducto Dakota Access que amenaza la salud del río Missouri, del cual dependen miles de habitantes originarios de la zona, a través de la instalación de cuatro campamentos bajo el argumento de que son “protectores, no manifestantes”.
Contra la protección del río Missouri, los guardias de seguridad del Estado atacaron a los “protectores” durante sus acciones con gas pimienta, perros, golpes y empujones, señala el portal democracynow.org.
“Usaron a los perros como armas mortales. Todo esto fue premeditado. Sabían que algo iba a pasar cuando se abalanzaron sobre 25 kilómetros de tierras intactas para destruir nuestros sitios sagrados. Sabían que algo iba a pasar y por eso estaban preparados. Contrataron a una compañía de seguridad con perros guardianes y luego fueron y esperaron. Y sucedió. Cuando vimos lo que estaba pasando ya era demasiado tarde. Habían destrozado todo. Profanaron nuestras tumbas ancestrales. Simplemente destruyeron nuestros sitios de oración”, denunció el jefe de la tribu sioux de Standing Rock, David Archambault.
En apoyo al movimiento, defensores aseguraron que el Estado y la empresa responsable del oleoducto no reconocen el derecho ancestral de los pueblos a decidir sobre su territorio, lo que originó la reunión de tribus, activistas, ecologistas y agricultores para organizar los actos por la conservación del río.
El oleoducto pretende usarse para el transporte de crudo desde los yacimientos petroleros de Bakken, en Dakota del Norte, hasta Illinois. Ante esto, las tribus se organizaron para realizar marchas desde los campamentos hasta el lugar donde se proyecta la construcción, con el objetivo de colocar ahí las banderas de sus pueblos para exigir su suspensión inmediata.