Por la lucha kurda, aunque todos los meses y todos los días del año son de resistencia y rebeldía, la de julio es aún más espectacular. En julio el pueblo kurdo no solo resiste, sino que también celebra su resistencia de 100 años contra la colonización y la explotación.

Misak-i Milli

El plan para dividir y colonizar Kurdistán fue hecho originalmente por el acuerdo Sykes-Picot firmado entre Gran Bretaña y Francia el 16 de mayo de 1916, pero no se implementó completamente hasta el comienzo de la guerra de independencia, que Turquía llamó Kurtuluş Savaşı (guerra de liberación) que tuvo el objetivo de liberar Anatolia de la ocupación extranjera.

La ocupación de Alemania, Gran Bretaña y Francia a cambio de las deudas del Imperio Otomano, que se había debilito por las rebeliones de la independencia nacional de varias naciones, causó el colapso del Imperio. La guerra de independencia turca, iniciada por tropas irregulares llamadas Kuvay-i Milliye, terminó con el Tratado de Lausana firmado el 24 de julio de 1923. Este acuerdo fue firmado en Lausana, Suiza, entre representantes de la Gran Asamblea Nacional de Turquía, proclamada el 23 de abril de 1923, y representantes del Imperio Británico, Francia, Italia, Japón, Grecia, el Reino de Rumania y el Reino de los Serbios, Croatas y Eslovenos (Yugoslavia). Así, mientras la República de Turquía se oficializaba en el ámbito internacional como el estado-nación heredero del Imperio Otomano, Misak-ı Milli que expresa las fronteras nacionales de este Estado-nación se convirtieron en una herida colonizadora que nadie, aún hoy, quiere ver.

Por lo tanto, la resistencia de julio significa también resistir contra este colonialismo acordado por muchos.

La Resistencia de la Prisión Amed

Cuando las políticas neoliberales no pudieron implementarse por la lucha de la clase obrera en Turquía, tuvo lugar el golpe militar del 12 de septiembre del 1980 y se declaró el estado de excepción que duró en las provincias occidentales de Turquía hasta 1987 y en las provincias de Kurdistán hasta 2002. Tanto las calles como las prisiones se convierten en centros de tortura. Una de los más recordados es la Prisión de Amed (Diyarbakır). Aunque el PKK había cruzado a Siria justo antes del golpe, los militantes de la organización que permanecían en la zona de Bakur (Kurdistán- Turquía) fueron capturados y encarcelados en Amed. Allí se utilizaban innumerables métodos de tortura con el objetivo de destruir la dignidad humana.

El 14 de julio de 1982, el cuadro del PKK, M. Hayri Durmuş, insistió en hablar en el tribunal para anunciar la decisión del Gran Ayuno de la Muerte: “La persecución y la tortura en prisión han alcanzado su pico más alto. Nuestras vidas han sido atacadas, la gente ha sido masacrada, cientos de personas han sido lisiadas. No queda camino para aquellos que quieren defender sus valores e ideas. La preparación de las defensas está siendo bloqueada. Los tribunales están haciendo la vista gorda ante estos acontecimientos. La vida bajo tortura no tiene sentido. Para protestar contra estas represiones, estoy comenzando mi ayuno de muerte desde este minuto. Si levanto la resistencia con mi muerte, seré afortunado para mi pueblo y mi partido”.

Kemal Pir, Akif Yılmaz y Ali Çiçek, quines estaban en la misma sala del tribunal, declararon que comenzaron su ayuno de muerte diciendo: “El PKK nos enseñó resistencia, no rendirnos”. Kemal Pir, quien primero perdió sus ojos y al final de los 55 días fue martirizado, describió la Resistencia de Prision de Amed de 14 de julio con las estas palabras: “Amamos la vida hasta morir”. Esta frase fue grabada en la historia y en la memoria de los kurdos. Esta resistencia trascendió las fronteras de Misak-Milli y se convirtió en el espíritu, la cultura y la ideología del Movimiento Kurdo, que poco después se extendió a las cuatro partes del Kurdistán. Para los kurdos, ahora la resistencia son ideas, filosofía, ideología y método de la lucha.

El 10º aniversario de la Revolución de Rojava

No es coincidencia que la Revolución de Rojava comenzara el 19 de julio de 2012, cuando el pueblo de Kobanê se levantó con el espíritu de resistencia del 14 de julio y declaró la autonomía. Desde entonces, la Revolución de Rojava ha estado resistiendo con el mismo espíritu contra grupos armados como ISIS y ahora contra los ataques y la invasión sistemática por Turquía.

El Estado turco invadió Afrin en 2018 y Serîkanîyê y GirêSpîyê en 2019, desplazando por las fuerzas yihadistas a cientos de miles de kurdos desde sus tierras originales. El Estado turco, que asesina constantemente a los dirigentes de la revolución con ataques de drones, secuestra y tortura a los campesinos que tratan de trabajar en sus tierras, y encarcela a las personas en las prisiones de frontera ilegalmente, quiere ahora atacar e invadir las regiones de Mimbic y Tel Firat. El propósito de la invasión de esta región es en realidad la ocupación de Kobanê y Alepo y llevar Misak-ı Milli hasta la carretera M-4. Porque quieren hacer lo que no pudieron hacer por manos de ISIS en 2014.

Especialmente para el gobierno turco actual, que quiere poner fin a la Revolución de Rojava, ocupar Kobanê tiene un significado simbólico. Porque el colapso de ISIS primero en Kobanê y luego en toda Siria interrumpió los planes de la OTAN, especialmente de Turquía. Por otro lado, la lucha kurda, en particular la lucha de las mujeres, ganó una legitimidad considerable en la comunidad mundial. Por esta razón, Turquía está tratando de invadir Kobanê bajo el título de “lucha contra el terrorismo”. En este contexto convirtió en un chantaje el ingreso de Suecia y Finlandia a la OTAN. Bajo de las condiciones de la guerra entre Rusia y Ucrania pidió que la OTAN nuevamente opere de la manera más integral las políticas anti-kurdas.

Frente a todas estas amenazas y poderes internacionales, la única arma en manos del pueblo de Rojava y el norte de Siria es la autodefensa. Y esta autodefensa está siendo tejida con el espíritu de la Resistencia de julio. Su gloria, fuerza y determinación viene desde Prisión de Amed. Es por eso que el pueblo kurdo participo este 19 de julio en el 10º aniversario de la Revolución de Rojava prometiendo proteger la revolución hasta el final, hasta morir.

Guerrilla y Resistencia Popular

Durante últimos tres meses, el Estado turco ha estado atacando en gran escala las áreas guerrilleras en la región Bashur (Kurdistán-Irak), llamadas Medya Savunma Alanları por el movimiento. Los aviones de guerra y los drones turcos han bombardeado la región más de 2.000 veces desde el 14 de abril de 2022, y el ejército turco ha llevado a cabo unos 700 ataques con armas químicas. Según la declaración del parlamento iraquí, el Estado turco tiene 5 bases principales, más de 100 bases militares y 4.000 soldados en el sur de Kurdistán con el permiso del gobierno del Partido Democrático de Kurdistán (KDP). Además, el ejército turco no solo está llevando a cabo una operación contra la guerrilla. Al igual que lo hizo en el norte de Kurdistán-Turquía en los años 90, está implementando una política de desplazamiento forzado de la población civil. Aproximadamente 650 aldeas están actualmente amenazadas de desalojo solo en el Kurdistán del Sur. Unas 150 aldeas han sido completamente despobladas desde 2015.

Hace unos días, el 20 de julio en Zaxo-Perex que fue bombardeado por el ejército turco, un bebé y nueve personas perdieron la vida. Mientras Estados Unidos, la Unión Europea, Rusia e Irán están jugando a los tres monos frente a las masacres y la guerra sucia en Kurdistán, el Gobierno del Kurdistán del Sur no toma ninguna postura contra el bombardeo de Turquía en tierras «autónomas», por el contrario, está ampliando su cooperación.

Tanto la guerrilla como el pueblo kurdo continúan resistiendo masacres y torturas desde las cárceles, montañas y calles. En julio resistimos más, con más corazón y dignidad… Resistimos con la memoria de todos nuestros compañeros de lucha que han sido martirizados en la resistencia de Kurdistán. Porque, Berxwedan Jiyane (la resistencia es la vida).