Ciudad de México | Desinformémonos. Defensores indígenas repudiaron el desalojo violento de la comunidad Cerrito, del pueblo Avá Guaraní, en Paraguay, ocurrido el pasado 13 de mayo mientras la comunidad resistía pacíficamente en su territorio legítimo.
En un comunicado, la Federación por la Autodeterminación de los Pueblos Indígenas (FAPI) expresó su preocupación e indignación ante la llegada de más de 70 patrullas y decenas de agentes policiacos para desalojar a la comunidad indígena Cerrito, ubicada en el departamento de Alto Paraná, que se encontraba “asentada en sus tierras ancestrales, reclamando su legalización”.
La Federación explicó que la comunidad indígena del pueblo Avá Guaraní resistió con oraciones y cantos religiosos ante el avasallamiento de la fuerza pública, que violentó a las familias indígenas por medio de gases lanzados para dispersar a la población originaria de su lugar de refugio y oración.
La organización, que articula 13 asociaciones indígenas de Paraguay, exhortó a las Fiscalías y a las Direcciones de Derechos Humanos en los tres niveles de poder estatal a que realicen acciones inmediatas para “precautelar la vida y la libertad de la comunidad y garantizar el acceso a su tierra en cantidad y calidad suficiente, como lo garantiza la Constitución Nacional.”
Concluyeron con un llamado a todas las organizaciones de derechos humanos, tanto nacionales como internacionales, a que exijan el cese de violencia “contra nuestros hermanos indígenas”.
A continuación el comunicado completo:
La Federación por la Autodeterminación de los pueblos indígenas (FAPI), organización que articula a 13 asociaciones indígenas de ambas regiones del país, se dirige a las autoridades nacionales y a la opinión pública nacional e internacional para manifestar preocupación y repudio al violento desalojo contra la comunidad Cerrito, del Pueblo Avá Guaraní, del departamento de Alto Paraná.
La comunidad de Cerrito se encontraba asentada en sus tierras ancestrales, reclamando la legalización de parte de las mismas, amparados por el marco legal nacional e internacional ratificado por el país.
A pesar de ello y de los protocolos vigentes, una vez más la respuesta al legítimo reclamo ha sido violencia estatal contra las personas de esta comunidad, quienes con oraciones y cantos religiosos resistían ante el avasallamiento de la fuerza pública con un desplazamiento impresionante de más de 70 patrulleras y decenas del personal policial para violentar a familias indígenas, entre ellas niños/as, ancianos y discapacitados, afectados por los gases lanzados para dispersarlos en su lugar de refugio y oración.
Exhortamos a las Fiscalía, a la Direcciones de Derechos humanos de los tres poderes del Estado, a realizar acciones de manera inmediata para precautelar la vida, la libertad de la comunidad y garantizar el acceso a su tierra en cantidad y calidad suficiente como lo garantiza la Constitución Nacional.
Cabe destacar que los Avá Guaraní fueron víctimas de desplazamientos involuntarios para la construcción de la hidroeléctrica Itaipú y aún no ha sido resarcido el daño causado a este pueblo ancestral a pesar de sus justos reclamos.
Expresamos nuestra solidaridad con nuestros hermanos de la Comunidad Cerrito, y hacemos un llamado a todas las organizaciones de Derechos Humanos nacionales e internacionales para exigir el cese de violencia contra nuestros hermanos indígenas.
