Con el fin de protestar porque “no se incluyó ni consultó a ninguna comunidad indígena y pueblo originario, ni se aceptaron las formas tradicionales de representación de las comunidades y de los pueblos originarios en el Constituyente de la Ciudad de México, el jueves 14 de julio la Asamblea Constituyente Indígena-Originario, espacio en que el, explican en un comunicado, “compartimos las organizaciones, comunidades y pueblos originarios lo que queremos construir como parte de la ciudad”, convocó a una conferencia en la plaza del monumento a la Revolución, lugar en el que también realizarían una muestra cultural que incluía danzas, muestra gastronómica y lectura de los acuerdos de San Andrés, del Convenio169 de la OIT y de la Declaración de los Derechos de los Pueblos Indígenas de la ONU.
La respuesta del gobierno de la Ciudad de México fue “enviar granaderos que impidieron que se instalaran las carpas y el equipo de sonido, los granaderos empujaron a las compañeras y
compañeros sin importar que hubiera adultos mayores y niños, rompieron las lonas y doblaron tubos de las carpas”, denunció la Unión de Pueblos y Comunidades Purépechas, participante en el evento.
“Vemos la intención del gobierno de la Ciudad de México de reprimir y continuar con su política racista y sus intentos por desviar, mediante la señora Fabiola Poblano, el rumbo que decidimos en las asambleas de continuar sin partidos políticos e instituciones gubernamentales”, señalaron en el comunicado en que el responsabilizaron a Miguel Ángel Mancera y a Patricia Mercado “de la represión en contra de las y los compañeros y de continuar con el desprecio y despojo de los espacios de trabajo”.