Ciudad de México | Desinformémonos. Durante el operativo del 10 de octubre en el penal de Cadereyta, Nuevo León, algunos de los reos fueron violados con macanas por las autoridades y más de 50 personas murieron, reveló la presidente de la organización Ciudadanos en Apoyo a los Derechos Humanos (Cadhac), Consuelo Morales.
De acuerdo con el gobierno estatal, tras el motín en el penal sólo hubo 18 decesos y ninguna dependencia de la entidad había recibido denuncias por la desaparición de reos. Sin embargo, Cadhac enlistó las torturas a las que fueron sometidos y ofreció un aproximado de las muertes que sucedieron el martes 10 de octubre.
“Reportan que al menos 50 personas privadas de la libertad perdieron la vida durante los hechos violentos ocurridos en Cadereyta. Si bien resulta gravemente preocupante la discrepancia en las cifras, es necesario resaltar que es obligación del Estado brindar protección a la integridad física y moral, bienestar y seguridad a las personas privadas de libertad; de manera que los hechos son inaceptables independientemente del número de personas fallecidas y lesionadas”, señaló la organización.
“De acuerdo con los testimonios obtenidos por Cadhac, los internos fueron víctimas de tratos crueles, inhumanos y degradantes tales como golpes, uso de balas de goma, uso de armas letales, fracturas en manos, piernas, cabeza y cráneo, internos violados con macanas e internos aventados varios pisos por las escaleras”, agregó
Además, luego de concluir los hechos, ninguno de los presos víctimas recibió atención médica o de alimentación y tampoco tuvieron oportunidad de comunicarse con alguno de sus familiares, mientras que sí fueron hacinados desnudos y criminalizados por las autoridades, denunció Cadhac.
Agregó que tras los hechos y la falta de comunicación, los familiares se desplazaron a las instalaciones del penal para intentar conocer la condición de los internos. “La respuesta de la autoridad, lejos de ser asertiva, fue agredirlos con armas químicas, burlas, amenazas, acoso sexual y criminalización”, indicó.
Por todo lo anterior, la organización exigió una investigación sobre el motín, los casos de tortura y otros tratos crueles contra los reos y el uso de armas letales por parte de las autoridades, además de la reparación de los daños a los afectados y que la autoridad asuma garantías de no repetición.