La reforma de los artículos 27 y 28 constitucional, propuesta por el presidente Enrique Peña Nieto, confirma que se va a privatizar el sector energético nacional, con lo que se tendrá un retroceso histórico de 75 años, y se pretende compartir con particulares la renta petrolera, aseguraron especialistas en la materia.
En el caso de la energía eléctrica lo que implica la apertura de un mercado de generadores va a ayudar a desmembrar la Comisión Federal de Electricidad (CFE). En el sector petrolero, en los contratos de utilidad compartida significa ceder buena parte de la renta petrolera a empresas privadas, advirtió Sergio Benito Osorio, ex presidente de la Comisión de Energía.
Fabio Barbosa, del Instituto de Investigaciones Económicas (IIE) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), señaló que las metas que busca alcanzar la reforma energética son demagógicas.
El académico del Instituto Tecnológico Autónomo de México (ITAM), Ramiro Tovar Landa, puntualizó que en el sector de hidrocarburos no habrá concesiones, pero sí contratos que se definirán en la ley reglamentaria del artículo 27 constitucional, del que habrá que estar atento sobre la parte de la renta petrolera que se pretende dar al sector privado. Puntualizó que esos contratos podrían ser similares a lo que permite la Ley de Asociaciones Público Privadas, con porcentajes de 51 al Estado y 49 los particulares, o hacer contratos de participación accionaria o de licencias de tecnología.
El investigador de la UNAM, Angel de la Vega Navarro, indicó que es necesario conocer los detalles de los contratos de utilidad compartida para saber por qué es necesaria una modificación constitucional.
Hay una ambigüedad, porque o bien son contratos disfrazados, no de utilidad compartida ,sino de renta compartida y, por tanto, habrá que ver en qué términos se está planteando esto. Por ejemplo, el registro de las reservas es lo que les interesa de manera directa o indirecta a las grandes petroleras. El punto es acceder al recurso, refirió.
Francisco Garaicochea, presidente del Grupo de Ingenieros Petroleros Constitución de 1917, explicó que la utilidad compartida significa compartir nuestras reservas y la renta petrolera. Vaticinó que va haber una fuerte oposición y dentro de ella es muy importante sustentar económicamente los beneficios o perdidas que corresponderán a la sociedad, al pueblo y al país en cada uno de los tres principales proyectos: aguas profundas; la explotación del gas shale y Chicontepec sin prejuicios con análisis técnico, económico profundo y bien sustentado.
El presidente de la Confederación de Cámaras Industriales (Concamin), Francisco Funtanet Mange, dijo que la reforma obligará a los directivos y trabajadores de Pemex a ser más eficientes y a mejorar la transparencia y rendición de cuentas. Luego de la presentación de la propuesta, el organismo esgrimió 17 razones por las cuales apoya la iniciativa, entre ellas porque detonaría inversiones importantes en el sector energético que generarán más y mejores oportunidades laborales en la economía formal, así como el aprovechamiento y adaptación de tecnología de punta.
El secretario de Economía, Ildefonso Guajardo, aseguró que la reforma energética del presidente Enrique Peña Nieto, será una noticia muy bien tomada por los sectores productivos nacionales por lo que esto representa en la generación de empleos.