Oaxaca, México. El 7 de septiembre cerca de la medianoche, un terremoto de 8.1 en la escala Richter sacudió a México, despertando a miles de personas desde su epicentro en el sur hasta la Ciudad de México, a 600 kilómetros de distancia. Fue el temblor más fuerte en el país en más de un siglo y ha dejado 98 muertes. El Istmo de Tehuantepec, Oaxaca; la región mixe en las montañas del mismo estado y la costa del estado de Chiapas son las áreas más afectadas. Unos 2.5 millones de personas necesitan ayuda de emergencia y albergue.
El fotógrafo Jonathan Treat visitó a la región del Istmo días después del sismo. Comparte este foto-ensayo sobre la situación actual y la lucha por la sobrevivencia en las comunidades de San Mateo del Mar, Matías Romero, Río de Pachiñe, Santa María Xadani y Las Flores.
“Los hornos para hacer totopos para vender están destruidos. Hay madres solteras y sin ingresos, están desesperadas. Nuestra tierra está olvidada. Somos como huérfanos abandonados. Nos estamos organizando y cuidando mutuamente. ¿Pero cómo vamos a reconstruir?”: Edgar Teodoro Galván.
San Mateo del Mar, Istmo de Tehuantepec
“Nuestra escuela está muy dañada, mandaron gente de CONAGUA para revisarla. Deberían de mandar a los del IEEPO. Nos preguntaron si vamos a seguir dando clase y sí, claro que vamos a seguir dando clase. Aunque sea en la calle y tengamos que buscar un poco de sombra…” Maestra Bety Gutiérrez
“Todo está roto. Hay grietas por todas partes…”
“El agua inundó mi casa. Estoy viviendo en la calle. ¿Que voy a hacer? Soraida Valle Moro
“Ya no está segura nuestra casa. Tenemos daños graves. Llegaron algunos del gobierno para revisarlo, pero no me dijeron cuando o como me van a ayudar.”
“Estamos durmiendo aqui, afuera. Tenemos suerte que tenemos techo—otros no lo tienen.”
Albergue, Matías Romero, Istmo de Tehuantepec
“Hemos estado aquí en este albergue seis días. Salimos de Salina Cruz inmediatamente después del terremoto. No queremos regresar, tenemos miedo. Hay muchos que no quieren venir a los albergues por miedo a que alguien robe lo poco que queda en sus casas. Nosotros no estamos preocupados por eso. Todo lo que teníamos está destruido.” Ana Jiménez Gutiérrez
Rio de Pachiñe, Istmo de Tehuantepec, Oaxaca
“El gobierno no se preocupa por nosotros, solo cuidan a si mismos.” Reunión comunitaria
“Los hornos para hacer totopos para vender están destruidos. Hay madres solteras y sin ingresos, están desesperadas. Nuestra tierra está olvidada. Somos como huérfanos abandonados. Nos estamos organizando y cuidando mutuamente. ¿Pero cómo vamos a reconstruir?” Edgar Teodoro Galván
Santa Maria Xadani, Istmo de Tehuantepec, Oaxaca
“Perdí mi casa y todo lo que estaba adentro, menos mi máquina de coser, gracias a Dios. ¿Qué voy a hacer? Construimos nuestra casita poco a poco, ahora los materiales están muy caros. No sé dónde vamos a vivir. Ni siquiera tenemos lonas, menos láminas.” Margarita Aquino López
Las Flores, Istmo de Tehuantepec
“Salí corriendo…se estaba cayendo mi casa. Me caí pero un sobrino entró para salvarme. Estoy bastante lastimada y tengo mucho dolor. Mi casa está completamente destrozada.” Norma López García
“Esto es lo que queda de la casa de mi hermana Norma. Perdió absolutamente todo. El gobierno le está pidiendo su credencial de elector para poder atender su caso. Su credencial de elector está bajo los escombros, lo perdió todo”. Olivia López García
“No venimos por parte del gobierno, ni ninguna iglesia. Somos sus vecinos. Sabemos que están pasando por un tiempo muy difícil. Tuvimos suerte de que no se cayó nuestra casa, pero también hemos pasado por momentos muy difíciles. Estamos compartiendo estos víveres y comida, como cualquier ser humano debería hacer. Regresaremos mañana y los días que vienen.” Vecinos