El 24 de abril Mumia Abu-Jamal cumplirá 67 años. Habrá pasado 39 años 4 meses y 15 días en prisión por un crimen que no cometió. En su cumpleaños habrá acciones por su libertad en Filadelfia, Nueva York, Newark, San Francisco y ciudades en México, Francia y Alemania, y otros lugares en el mundo.
Durante dos meses, sus partidarios han salido a las calles de Filadelfia una y otra vez como respuesta a una crisis de dos aspectos: una vergonzosa declaración jurídica publicada el 3 de febrero por el Fiscal de Filadelfia, Larry Krasner, seguida por la alarmante noticia el 27 de febrero que Mumia tiene COVID- 19, insuficiencia cardiaca congestiva, cirrosis del hígado y una condición debilitante de la piel que resulta en un constante comezón por todo su cuerpo. En este artículo daremos un breve resumen de algunas de las acciones y eventos celebrados.
Mumia también ha tenido reciente apoyo de la Organización MOVE con un mensaje especial de Ramona Africa; del luchador social y ex preso político Dhoruba Bin Wahad; de Albert Woodfox y Robert King de “los 3 de Angola”; y de varias organizaciones de trabajadores en varias partes del mundo.
¿Por qué sigue encarcelado este destacado periodista, activista, y autor de 13 libros?
Él mismo nos contesta. Dice que después de unirse al Partido Pantera Negra a la edad de 14, se volvió Ministro de Información de la agrupación en Filadelfia. Afortunadamente aprendió a ser un periodista revolucionario, trabajando en el periódico de los Panteras Negras y después aprendió a pulir su trabajo. Pero hubo algo que nunca aprendió. En un ensayo de 1999, “Palabras de un Proscrito del Cuarto Estado”, publicado en el libro All Things Censored (Todo Censurado) escribió: “Aprendí bien el oficio del periodismo. Excepto por una cosa. Nunca aprendí a doblegarme ante el poder del Estado. No escribo desde la perspectiva de los privilegiados, los establecidos, sino desde una consciencia de la opresión y la resistencia”.
Al volverse periodista de la radio en los años 70, Mumia Abu Jamal fue reconocido por siempre apoyar las luchas de las comunidades negras y por su cobertura objetiva de los conflictos de la Organización MOVE con el represor Jefe de Policía vuelto Alcalde, Frank Rizzo.
Detenido el 9 de diciembre de 1981 por el asesinato del policía blanco Daniel Faulkner, baleado, pateado y golpeado casi hasta morir, Mumia fue encarcelado, incriminado por el Inspector de Policía Al Giordano, enjuiciado, y condenado a muerte el 3 de julio de 1982. El primer día del juicio, la estenógrafa Terri Maurer Carter escuchó al juez Albert Sabo decirle a un socio, “Yo les voy a ayudar a freír al nigger”. Los enemigos principales de Mumia en la Orden Fraternal de Policía (FOP) trabajaron con el juez y la Fiscalía para lograr la muerte de un hombre inocente.
En los años 90, cuando la ausencia de justicia en el caso de Mumia Abu-Jamal se conoció más en Estados Unidos y otras partes del mundo, se hicieron grandes movilizaciones en su apoyo que lograron parar su ejecución dos veces. En el 2001, su sentencia de muerte fue declarada anti-constitucional por un tribunal superior. Mumia debería haber salido de prisión, pero terminó viviendo más de 28 años en el corredor de la muerte durante años de apelaciones. Por fin en el 2011 su sentencia fue cambiada a una de cadena perpetua sin la posibilidad de libertad condicional, una forma de muerte lenta.
Cuando Mumia fue detenido, el Coordinador de la organización naturalista MOVE, John Africa, dijo que de ahí en adelante MOVE lo iba a apoyar, y esto siempre ha sido el caso.
Hoy en día Mumia Abu-Jamal es uno de los dos presos políticos con mayor reconocimiento en el mundo, el otro siendo el indígena Leonard Peltier. Nunca ha dejado de decir la verdad sobre la tortura que se practica en las prisiones de su país. Nunca se ha doblegado frente el terror policiaco. Nunca ha moderado sus denuncias de los crímenes del Imperio Estadounidense en el mundo. Y nunca ha dejado de darnos esperanza al destacar que ningún imperio dura para siempre.
Publicado originalmente en El Enemigo Común