Cientos de indígenas avanzaron por las calles de la capital en Guatemala para recordar a las miles de víctimas de muerte y desaparecidos que dejó la guerra civil en el país entre 1960 y 1996.
Los manifestantes portaron cruces de madera y fotografías de sus muertos, mientras que otros grupos realizaron pequeñas ceremonias frente a los palacios de justicia y gobierno, en el marco del Día Nacional de la Dignidad de las Víctimas del Conflicto Armado Interno.
«La dignificación para las víctimas tiene que pasar por el tema de la justicia y por reconocer que la mayoría de ellos fueron población civil sacrificada», indicó Edwin Canil, activista indígena.
El movimiento por las víctimas del conflicto en Guatemala coincidió este año con la etapa final del juicio contra los militares acusados de someter a esclavitud sexual a once mujeres indígenas, además de desapariciones y asesinatos.
«Hace falta trabajar mucho por el desarrollo de las comunidades, sobre todo por las comunidades que fueron duramente golpeadas» en la guerra, agregó Canil.
En las pancartas de los participantes se leía «Pedimos al gobierno atender a las víctimas (de la guerra) como prioridad» y «exigimos resarcimiento integral», y exigían las sanciones pertinentes a los responsables de los crímenes.
Desde el 2004 se realiza la conmemoración a las víctimas de la guerra civil en Guatemala, luego de que en 1999 se publicaran las atrocidades cometidas durante el conflicto, en su mayoría atribuidas al ejército.
La Comisión de Esclarecimiento Histórico (CEH) determinó que en los 36 años de guerra hubo al menos 200 mil muertos y desaparecidos, que en su mayoría fueron miembros de las comunidades indígenas.
Con información de agencias