Manos Lolos, fotógrafo de 46 años, deberá ser operado de un traumatismo craneal, provocado por una golpiza policial durante las protestas del jueves en Atenas, donde las fuerzas de seguridad maltrataron a dos reporteros, informaron fuentes policiales y periodísticas.
Lolos, quien preside la Unión de Fotoperiodistas de Grecia, fue golpeado en la cabeza por agentes de seguridad pública, pese a haberse identificado. El afectado denunció agresiones repetidas y sistemáticas (que) pretenden intimidar a los representantes de los medios
y atentan contra la libertad de prensa
.
La policía anunció una investigación para aclarar los hechos. Esta semana ya había abierto un expediente sobre las denuncias de atropellos sufridos el miércoles por otros dos periodistas de televisión.
Ese día el suicidio de un jubilado en Atenas desencadenó nuevas protestas contra la política de recortes del gobierno. Por la noche se produjeron disturbios y el jueves se reunieron cientos de personas en una concentración.
Según una fotógrafa de la agencia de noticias Afp, el incidente se produjo al final de la manifestación de unos centenares de personas que rendían homenaje al hombre jubilado que se suicidó en la plaza de Syntagma y quien dejó una carta en la que señaló a la crisis económica que hundió a Grecia como el motivo que lo llevó a terminar con su vida.
Tras haber cargado contra los manifestantes, un grupo de las fuerzas antidisturbios aisló y arrinconó a nuestro grupo, de unas 20 personas, en 80 por ciento fotógrafos, camarógrafos y reporteros. No vi a los policías agrediendo a Lolos, pero le oí pedir a gritos que parasen. Luego las fuerzas del orden se alejaron y volvió la calma
, contó la fotógrafa. Nadie (entre los periodistas) llevaba casco, porque la situación era tranquila
, agregó.
Lolos fue trasladado a un hospital ateniense donde los médicos juzgaron necesaria una operación, informó una fuente policial.
El miércoles por la noche dos periodistas de televisión fueron agredidos al final de una concentración, durante la que hubo varias refriegas, en la zona donde se había suicidado el jubilado.
Organizaciones civiles, como Reporteros Sin Fronteras (RSF) y Amnistía Internacional (AI) denunciaron recientemente la multiplicación de actos de violencia contra periodistas y la impunidad de la que se benefician sus autores.
El gobierno lamentó lo ocurrido, prometió que se aclararán los hechos y se juzgará a los responsables, dijo el portavoz Pantelis Kapsis.