El 2 de septiembre pasado los presos políticos mapuche de la cárcel de Angol han depuesto la huelga de hambre que llevaba 123 días. Las banderas mapuche que representaban a cada uno de los huelguistas fueron bajadas. No se pondrá la vida en riesgo ante la incapacidad de diálogo del gobierno con las autoridades mapuche.
El martes 28 de julio comenzó una serie de declaraciones de políticos de diversos sectores que afirmaban: “en Chile no existen presos políticos” y además “no existen los presos políticos mapuche”.Estos dichos dan cuenta de la vigencia del pensamiento negacionista, que no reconoce la existencia de un pueblo nación que ha pervivido frente a una historia de colonización.
Cuatro voces de pu lamngen que han estado en prisión política o que han ejercido la vocería de quienes la han padecido, comparten ante la opinión pública las razones de por qué los presos políticos mapuche son efectivamente presos políticos.
Natividad Llanquileo Pilquiman es abogada defensora de Derechos Humanos. Entre los años 2010 y 2011 fue vocera de los presos políticos mapuche. Fidel Tranamil es machi del sector Rofwe del Territorio Makewe, fue detenido por la fallida operación Huracán en la cárcel de alta seguridad de Valdivia. Ingrid Conejeros es educadora y durante los años 2016 y 2017 fue vocera de la machi Francisca Linconao, quien en dos juicios en su contra, resultó absuelta. Alberto Curamil es longko del Lof Radalko, comuna Curacautín, recibió la distinción del llamado nobel verde estando en prisión preventiva, en una causa de la que fue absuelto.
“Porque no debemos decir pueblo decimos pueblo” (Maribel Mora Curriao)
Para dar una entrada a las razones por las que es innegable que existen presos políticos mapuche, un énfasis compartido por los lamngen es su pertenencia a un pueblo que ha vivido un proceso de despojo e intento de sometimiento por parte de los Estado nación chileno y argentino.
Natividad Llanquileo comienza la conversación señalando “Venimos de una historia donde el Estado nos sometió a un sistema que implica que las personas mapuche tengan que luchar por sus derechos políticos, económicos y sociales. La consecuencia es que las personas decidan reclamar y producto de ese reclamo, hoy están siendo sometidos a los tribunales de justicia”.
El carácter colectivo de la lucha que se lleva a cabo es un punto fuerte de posicionamiento. Ingrid Conejeros señala que al ser prisioneros en un contexto político de persecución hacia un pueblo “quienes resultan criminalizados, quienes resultan ser condenados o mantenerse como presos dentro de las cárceles, tienen esta característica de ser presos respecto a una situación de persecución hacia un pueblo, no es que sean presos políticos por sus propias causas, obedecen a las causas de un pueblo”.
Fidel Tranamil remite a los procesos históricos y de liberación de los pueblos: “El concepto de prisión política que está consagrado es que un Estado persigue a ese integrante, ya sea de pueblo indígena o de una sociedad que está en un proceso de liberación y lo que persigue es el pensamiento de un pueblo oprimido que tiene todo el derecho de rebelarse contra el sistema que lo está oprimiendo. A nosotros como mapuche el Estado de Chile nos está oprimiendo históricamente desde el principio del 1900. Esa liberación conlleva que nosotros tengamos que recuperar el territorio que fue de nuestros abuelos, del Bío-Bío hacia el sur como muestra del tratado de Tapiwe que fue el tratado donde la misma nación chilena reconoció que nosotros tenemos una soberanía territorial dentro de nuestro territorio del Bío-Bío hacia el sur”.
Abogada Natividad Llanquileo
Esta historia de despojo se mantiene en la memoria de un pueblo que hace no más de cuatro generaciones vio al ejército y a los poderes políticos y económicos del Estado chileno entrar en su territorio, quemar a sus machi, matar a su población, apoderarse de las tierras, someter a trabajos esclavizados a sus hombres y mujeres, a niños y niñas que viajaron a trabajar a las ciudades. Los abuelos y las abuelas de quienes hoy tienen alrededor de ochenta y noventa años vivieron este intento de genocidio.
¿Cuál fue el interés que impulsó esta empresa colonizadora? La ocupación del territorio mapuche. Natividad afirma: “El gran tema tiene que ver con la defensa territorial, con la recuperación de territorio. Todas las personas que están reconocidas como presos políticos son personas que han estado en la defensa de sus territorios, de sus derechos, de sus comunidades. Por eso son reconocidos por las comunidades, por su familia, por el pueblo mapuche, es por eso que los visitan, los acompañan en procesos de movilización. Un preso común aunque tenga el apellido y haya salido de una comunidad, sin haber participado de este proceso no lograría una adhesión como la que los presos políticos logran“.
El longko Curamil con gran experiencia en la lucha por el agua, contra grandes empresas extractivas señala que “Cuando nosotros nos organizamos, cuando nosotros citamos a nuestra gente para poder exigir a que se respete nuestro derecho territorial, entonces comienza también la persecución, el hostigamiento policial y finalmente nos vinculan a cualquier otro delito tratando de criminalizar nuestra lucha. Esa es la única razón por la cual el Estado lleva a prisioneros a nuestros hermanos mapuche, y por eso nosotros los mencionamos presos políticos porque defienden su territorio, defienden lo que significa su derecho ancestral mapuche”.
Por su parte el machi Fidel no duda en señalar: “Tanto nuestros padres, como nosotros mismos llevamos este proceso de control territorial donde ejercemos hoy día el derecho legítimo que tenemos como pueblo nación Mapuche a liberarnos del yugo opresor del Estado chileno”.
Machi Fidel Tranamil
La empresa colonial a través de la articulación de los grandes poderes económicos- políticos ha buscado la tenencia del territorio mapuche visto como una fuente para el extractivismo depredador. Pensamiento opuesto al de los pueblos ancestrales donde lo común es motor de la reproducción de la vida en relación con el territorio.
Quien fue reconocido con el llamado Nobel verde por su trayectoria de lucha medio ambiental, Alberto Curamil, afirma: “Este territorio ha estado usurpado en un 95% por empresas transnacionales, por el Estado de Chile, por latifundistas…han usurpado una gran parte de nuestro territorio y no solo la tierra sino también el agua. Lo más invasivo acá es la Empresa Forestal”. El machi Tranamil concuerda y manifiesta que “detrás de esta represión está la Forestal Mininco, la Forestal Arauco. Hoy día el Estado quiera venir, en base de judicialización, a imponer sus megaproyectos avalando al capital nacional e internacional a costa de la muerte o asesinato de nuestros peñi o la represión a nuestras comunidades”.
Lonko Alberto Curamil
Cuando la legalidad no implica justicia y se convierte en dispositivo del racismo colonial, dos mujeres mapuche que acompañaron a presos políticos desde la vocería, se refieren a los procesos judiciales. Ingrid Conejeros nos cuenta “La denominación de prisioneros políticos obedece a que sus causas están enmarcadas dentro de un contexto político represivo, de persecución, de criminalización. Donde el Estado actúa como una estructura que va buscando estas prisiones políticas, estas condenas. Siempre hay situaciones irregulares que permiten que se hagan montajes desde las propias policías, que haya omisión de algunas pruebas, que existan largas prisiones preventivas para las personas que están imputadas”.
Por su parte Natividad Llanquileo nos dice “Lo que uno puede ver es que hay un trato diferenciado, uno puede observar la falta de objetividad de la investigación llevada por el Ministerio Público. Por otra parte tenemos que al momento de aplicar las sanciones penales no se consideran los aspectos de tipo culturales, económicos y sociales respecto del mundo mapuche, y al mismo tiempo, la desproporcionalidad de las condenas a las cuales se llega”. La abogada pone el caso de una persona que comete un delito y no es mapuche: “Por el mismo delito que un mapuche, su condena va en grado mínimo aunque sea culpable. En el caso de un mapuche, la situación se agrava por la aplicación de leyes especiales o al momento de determinar la pena se aplica la mayor”.
Ingrid Conejeros, ex vocera de Machi Francisca Linconao
Asumir que existen presos políticos mapuche abre al reconocimiento histórico del proceso de colonización sobre el territorio mapuche, Wallmapu, y su vigencia. Como señala Ingrid Conejeros: “El Estado ha generado la prisión política, ha sido gestor de persecuciones, de asesinatos, de criminalización. Mientras se mantenga esta estructura colonialista hacia el pueblo mapuche no van a dejar de haber presos políticos mapuche, porque ese es el sistema que hace que nosotros tengamos que defendernos, nos desgastemos, que tengamos que atender a los presos políticos mapuche en distintas cárceles. Un sistema que atenta contra la orgánica de las comunidades, de los lof, de los movimientos sociales mapuche que están en defensa de los territorios”. Junto Ñamkulawen Lof decimos: “Afirmamos el Genocidio perpetrado, pero también nuestra existencia. Estamos vivos”.
“Iñciñ xawvleyiñ
tvfa lepvn mew
ka fewla wirartuayiñ:
marici wew!!”
(Amuayiñ Purutuayiñ, Puel kona)
Ange Valderrama Cayuman
Periodista y ngürekafe. Habita y escribe desde el territorio Cancura. Trabaja en Ficwallmapu, el Festival Internacional de cine y artes indígenas en Wallmapu. Es integrante del Colectivo Rangiñtulewfü, forma parte del equipo editorial de Yene Revista y la Cooperativa editorial Chillka.
Paula Baeza Pailamilla (Imágenes)
Artista Visual. Integra el Colectivo Rangiñtulewfü.
Contamos con una traducción del texto al italiano gracias al ofrecimiento gratuito de la compañera Silvia Carradori.
Prigionieri politici mapuche: quattro voci spiegano perché parliamo della loro esistenza.
Di Ange Valderrama Cayuman
Oggi i prigionieri politici mapuche del carcere di Angol hanno interrotto lo sciopero della fame che durava da 123 giorni. Le bandiere mapuche che rappresentavano ognuno di loro sono state abbassate. Non si metterà in pericolo la vita davanti all’incapacità di dialogo del governo con le autorità mapuche.
Martedì 28 luglio è iniziata una serie di dichiarazioni dei politici di vari settori che sostenevano: “in Cile non ci sono prigionieri politici” e ancora “non ci sono prigionieri politici mapuche”. Queste affermazioni mostrano quanto sia vigente il pensiero negazionista, che non riconosce l’esistenza di un popolo-nazione che è sopravvissuto a una storia di colonizzazione.
Quattro voci di pu lamngen (fratelli),che hanno vissuto la detenzione politica o che sono stati portavoce di chi l’ha subita, condividono pubblicamente le ragioni per cui i prigionieri politici mapuche sono effettivamente tali.
Natividad Llanquileo Pilquiman è un’avvocata che difende i Diritti Umani. Nel periodo tra il 2010 e il 2011 è stata portavoce dei prigionieri politici mapuche. Fidel Tranamil è machi (autorità spirituale) nel settore Rofwe del Territorio Makewe, è stato arrestato durante la fallimentare operazione Huracán e portato nel carcere di alta sicurezza di Valdivia. Ingrid Conejeros è un’educatrice e durante gli anni 2016 e 2017 è stata la portavoce della machi Francisca Linconao, che, con due processi a suo carico, alla fine è stata assolta. Alberto Curamil è longko (autorità) del lof (comunità) Radalko, comune di Curacautín ed è stato insignito del cosiddetto Nobel Verde mentre era in custodia cautelare per un procedimento giudiziario in cui è stato assolto.
“Porque no debemos decir pueblo decimos pueblo (Perché non possiamo dire popolo diciamo popolo) – Maribel Mora Curriao
Per dare una base ai motivi per i quali è innegabile l’esistenza di prigionieri politici mapuche, i lamngen condividono l’importanza dell’appartenenza a un popolo che ha vissuto un processo di esproprio e un tentativo di sottomissione da parte degli Stati-nazione cileno e argentino.
Natividad Llanquileo inizia la conversazione osservando questo: “Veniamo da una storia dove lo Stato ci ha sottomesso a un sistema che implica che le persone mapuche debbano lottare per i propri diritti politici, economici e sociali. La conseguenza è che le persone decidano di protestare e che, come effetto di questa protesta, oggi siano sottomessi ai tribunali di giustizia”.
Il carattere collettivo della lotta che si porta avanti è un punto forte di presa di posizione. Ingrid Conejeros sottolinea che, essendo prigionieri in un contesto politico di persecuzione nei confronti di un popolo, “coloro che risultano criminalizzati, condannati o mantenuti in carcere, hanno la caratteristica di essere detenuti in un contesto di persecuzione nei confronti di un popolo. Non sono prigionieri politici per cause proprie, ma per cause relative a un popolo”.
Fidel Tranamil si riferisce ai processi storici e di liberazione dei popoli: “Il concetto di detenzione politica che viene accettato è quello dove lo Stato perseguita a un certo membro di un popolo indigeno o di una società che è in un processo di liberazione, e quello che sta perseguitando è il pensiero di un popolo oppresso che ha tutto il diritto di ribellarsi a un sistema che lo sta schiacciando. Lo Stato del Cile ci sta opprimendo come mapuche fin dagli inizi del Novecento. Questa liberazione porta con sé il fatto che possiamo recuperare il territorio che è stato dei nostri nonni, dal Bío-Bío verso sud come dimostrazione del trattato di Tapiwe, nel quale la stessa nazione cilena ha riconosciuto che abbiamo una sovranità territoriale dentro il nostro territorio dal Bío-Bío verso sud”.
Questa storia di espropri si mantiene viva nella memoria di un popolo che non più di quattro generazioni fa ha visto entrare nei propri territori l’esercito e i poteri politici ed economici dello Stato cileno, li ha visti bruciare i suoi machi, uccidere la sua popolazione, impossessarsi delle sue terre, piegare al lavoro schiavista i suoi uomini e le sue donne e i bambini e le bambine che sono dovuti andare a lavorare in città. I nonni e le nonne di coloro che oggi hanno circa ottanta/novanta anni hanno vissuto questo tentativo di genocidio.
Qual è stato l’interesse che ha dato il via a questa impresa colonizzatrice? L’occupazione del territorio mapuche. Natividad afferma: “Il grande tema riguarda la difesa territoriale e il recupero del territorio. Tutte le persone riconosciute come prigionieri politici sono persone che hanno difeso i loro territori, i loro diritti, le loro comunità. Per questo sono riconosciuti dalle comunità, dalla loro famiglia, dal popolo mapuche; per questo loro li visitano, li accompagnano nei processi di mobilizzazione. Un semplice detenuto, anche se avesse un certo cognome e appartenesse a una comunità, senza aver aderito a questi processi, non avrebbe un sostegno come quello dei prigionieri politici”.
Il lonko Curamil, con una grande esperienza nella lotta per l’accesso all’acqua contro grandi compagnie minerarie, sottolinea che “quando noi ci organizziamo, quando noi chiamiamo a raccolta la nostra gente per poter esigere che si rispetti il nostro diritto territoriale, allora inizia anche la persecuzione, i soprusi della polizia e alla fine ci collegano a un qualsiasi delitto per cercare di criminalizzare la nostra lotta. Questa è l’unica ragione per la quale lo Stato mette in carcere i nostri fratelli mapuche, ed è per questo che noi li chiamiamo prigionieri politici, perché difendono il loro territorio, difendono quello che è il loro diritto ancestrale mapuche”.
Da parte sua il machi Fidel non ha dubbi nel dire: “Tanto i nostri padri come noi stessi portiamo avanti questo processo di controllo territoriale, con il quale oggigiorno mettiamo in pratica il diritto legittimo che abbiamo come popolo-nazione Mapuche di liberarci dal giogo oppressore dello Stato cileno”.
L’impresa coloniale, attraverso il coordinamento dei grandi poteri economico-politici, ha cercato di impossessarsi del territorio mapuche visto come una fonte per l’estrattivismo depredatore. Un pensiero opposto a quello dei popoli ancestrali, fra i quali la normalità è la riproduzione della vita in relazione con il territorio”.
Colui che è stato insignito del cosiddetto Nobel Verde per la sua traiettoria nella lotta per l’ambiente, Alberto Curamil, afferma: “Questo territorio è stato usurpato per un 95% dalle imprese multinazionali, dallo Stato del Cile, dai proprietari terrieri… hanno usurpato gran parte del nostro territorio e non solo la terra, ma anche l’acqua. La cosa più invasiva qui è l’industria forestale”. Il machi Tranamil è d’accordo e aggiunge che “dietro questa repressione c’è la Forestal Mininco, la Forestal Arauco. Oggigiorno lo Stato vuole venire qui, sulla base della giustizia, a imporre i suoi megaprogetti avvallando il capitale nazionale e internazionale in cambio della morte o dell’uccisione dei nostri peñi (fratelli) o la repressione delle nostre comunità”.
Quando la legalità non implica la giustizia e si converte in un dispositivo del razzismo coloniale, due donne mapuche che hanno accompagnato alcuni prigionieri politici come portavoce parlano a proposito dei procedimenti giudiziari. Ingrid Conejeros ci racconta: “La denominazione di prigionieri politici si basa sul fatto che le sue ragioni sono inquadrate in un contesto politico repressivo, di persecuzione, di criminalizzazione, dove lo Stato agisce come una struttura che va in cerca di queste detenzioni politiche, queste condanne. Ci sono sempre situazioni irregolari che permettono che si facciano montature da parte della polizia, che ci sia omissione di alcune prove, che esistano lunghe carcerazioni preventive per le persone che vengono imputate”.
Natividad Llanquileo ci racconta: “Quello che si può vedere è che c’è un trattamento differenziato, si può osservare la mancanza di obiettività nell’investigazione portata avanti dal Pubblico Ministero. Dall’altra parte succede che, al momento di applicare le sanzioni penali, non si considerano gli aspetti di tipo culturale, economico e sociale rispetto al mondo mapuche e, allo stesso tempo, la sproporzione delle condanne alle quali si arriva”. L’avvocata prende in considerazione il caso di una persona che commette un delitto e non è mapuche: “Per lo stesso crimine di un mapuche, la sua condanna è in grado minimo anche se è colpevole. Nel caso di un mapuche, la situazione si aggrava per l’applicazione di leggi speciali oppure, al momento di determinare la pena, si applica quella maggiore”.
Ammettere che esistono prigionieri politici mapuche apre la strada al riconoscimento storico del processo di colonizzazione sul territorio mapuche, Wallmapu, e la sua validità. Come dichiara Ingrid Conejeros: “Lo Stato ha generato la detenzione politica, è stato il responsabile di persecuzioni, di assassinii, di criminalizzazioni. Finché si manterrà questa struttura colonialista verso il popolo mapuche, non si smetterà di avere prigionieri politici mapuche, perché questo è il sistema che fa sì che noi dobbiamo difenderci, che ci consumiamo, che dobbiamo assistere i prigionieri politici mapuche in varie carceri. Un sistema che minaccia l’organico delle comunità, dei lof, dei movimenti sociali mapuche che sono in difesa dei territori”. Insieme a Ñamkulawen Lof diciamo: “Affermiamo il genocidio portato avanti, ma anche la nostra esistenza. Siamo vivi”.
“Iñciñ xawvleyiñ
tvfa lepvn mew
ka fewla wirartuayiñ:
marici wew!!”
(Amuayiñ Purutuayiñ, Puel kona)
Ange Valderrama Cayuman
Giornalista e ngürekafe (tessitrice). Abita e scrive nel territorio Cancura. Lavora per il Ficwallmapu, il Festival Internazionale di cinema e arti indigene nel Wallmapu. È membro del Collettivo Rangiñtulewfü, è parte della redazione di Yene Revista e della Cooperativa editrice Chillka.
Paula Baeza Pailamilla (Immagini)
Artista Visiva. È parte del Collettivo Rangiñtulewfü.
Publicado originalmente en Yene Revista