Miles de trabajadores y trabajadoras salieron a las calles de Lisboa, Porto y Leiria para mostrar su rechazo a los paquetazos neoliberales del Ejecutivo.

Según los medios locales, en la ciudad capitalina marcharon hacia la residencia oficial del premier Pedro Passos Coelho para exigir su dimisión.

Los manifestantes denunciaron, sobre todo, los recortes salariales de los empleados públicos, la reducción en los presupuestos de la sanidad y la educación y el “hachazo” a las pensiones.

El Gobierno luso impone estas medidas que están terminando con los derechos de la clase trabajadora del país, alineado con las directrices de la troika, compuesta por la Comisión Europea (CE), el Banco Central Europeo (BCE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“Todo lo que este gobierno y la troika proponen a los jóvenes es tomar el camino de la emigración”, lamentó uno de los manifestantes en la protesta convocada por la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, comunista), el principal sindicato del país.