Los guardias fronterizos en Turquía continúan disparando y violentado a los refugiados que intentan cruzar desde Siria, obligados por los ataques y combates entre los grupos rebeldes y el ejército del país, denunció la organización Human Rights Watch (HRW).
En los meses de marzo y abril, la policía turca abusó de su poder con el uso exclusivo de la fuerza contra sirios y un contrabandista de personas que intentaban alcanzar Turquía, matando a cinco personas, entre ellas un niño, e hiriendo a 14 más, detalló la organización.
HRW pidió al gobierno turco iniciar una investigación de los abusos, así como reabrir la frontera a los civiles que provengan de Siria.
Disparar a hombres, mujeres y niños traumatizados que huyen de los combates y de la guerra indiscriminada es “verdaderamente horrible”, dijo el investigador de Human Rights Watch, Gerry Simpson.
Turquía, que acoge a 2.7 millones de refugiados sirios, negó que sus guardias fronterizos disparan a civiles y dice que tiene una política de puertas abiertas hacia los migrantes, pero que las nuevas llegadas son escasas.
Con informacioń de agencias