Eran las cinco de la mañana del 14 de abril de 2007, cuando dos mossosd’esquadra, efectivos de la policía autonómica de Barcelona, agarraron a patadas y puñetazos, a un joven que paseaba con las Ramblas de esas ciudad.
Eran parte de un dispositivo policial, ubicado en la plaza del Teatro, que pretendía “controlar” la salida de los jóvenes que estaban en las discotecas de la zona.
Casi ocho años después, el fiscal de la sección segunda de la Audiencia de Barcelona, hizo el pedido de dos años y dos meses de cárcel para los uniformados, según publica La Vanguardia. Están acusados de un delito contra la integridad moral, una falta de lesiones y una falta de maltrato.
Mientras lo golpeaban, los policías que eran parte de la unidad de recursos operativos de los mossos, “le profirieron comentarios como «cállate maricón», aludiendo a su condición de homosexual, o «te jodes, vete a tu país», ya que entonces aún no tenía la nacionalidad española”, según el mismo periódico fuente.
Originalmente, el joven colombiano agredido también estaba acusado de “alterar el orden público”, por estar fumando marihuana en la calle con otros dos jóvenes, aunque su causa se archivó a petición de la fiscalía.
El joven sostiene que fueron cacheados de forma agresiva, que sólo rogaba que lo trataran bien, hasta que fue golpeado. Sostiene que fue humillado por su condición de homosexual y de inmigrante.
Los mossos niegan la versión del muchacho, pero el fiscal pide, además de la cárcel, que se indemnice a la víctima con 3mil euros