La principal meta del Acuerdo de París es limitar el calentamiento mundial a dos grados centígrados o menos para el año 2100. Esto fue un compromiso firmado por 193 países para reducir el dióxido de carbono lanzado a la atmósfera y otras emisiones por la quema de combustibles fósiles. Sin embargo, la Organización Meteorológica Mundial (WMO, por sus siglas en inglés) prevé que la decisión del presidente Donald Trump de que Estados Unidos salga del acuerdo, puede significar que las temperaturas existentes se incrementen en 0.3 grados centígrados dificultando llegar a la meta planteada para el año 2100
Por ejemplo, lugares como la Península de Yucatán podría tener 200 días al año con temperaturas superiores a los 40 grados centígrados para el año 2100 en caso de que no se respete el Acuerdo de París, señaló el doctor Alfredo Sandoval Villalbazo, coordinador del Programa de Servicio Departamental de Física del Departamento de Física y Matemáticas de la Universidad Iberoamericana Ciudad de México.
En París, en diciembre de 2015, los 195 países reunidos en la COP 21 acordaron:
El objetivo a largo plazo de mantener el aumento de la temperatura media mundial muy por debajo de 2 °C sobre los niveles preindustriales.
Limitar el aumento a 1.5 °C, para reducir considerablemente los riesgos y el impacto del cambio climático.
Que las emisiones globales alcancen su nivel máximo cuanto antes, si bien reconocen que en los países en desarrollo el proceso será más largo.
Aplicar después rápidas reducciones basadas en los mejores criterios científicos disponibles.
En la actualidad, señala el doctor Sandoval, que es integrante del Sistema Nacional de Investigadores (SNI), Yucatán tiene 20 días con temperaturas de hasta 40 grados centígrados. Un incremento en el número de días con intenso calor provocaría cambios en la dinámica de la población, como la migración y el gasto para hacer frente a estas temperaturas extremas.
Venezuela, con un panorama similar al de Yucatán, resentiría también serias afectaciones en los próximos 80 años: el número de días con temperaturas por encima de los 40 grados llegaría a 300.
El académico señaló que el clima no es tan fortuito como parece, pues a gran escala se tienen enormes masas de aire que se van desplazando en forma de onda. Como se emite mucho dióxido de carbono a la atmósfera, se genera el calentamiento global; y los polos se derriten, sobre todo en el Ártico, zona en la que se registra un ritmo de deshielo acelerado y un considerable aumento en la temperatura respecto al resto del planeta.
“Las ondas pierden intensidad en el sentido de que se aplastan más. Entonces, se queda una temperatura estacional durante tres o cuatro días, puede ser lluvias, pero es más aplicable para el calor. Por esta razón, si una región se queda con mucho calor durante tres o cuatro días, las temperaturas pueden subir hasta cuatro grados centígrados durante varios días, por eso tenemos estas proyecciones para los próximos años”, explicó el académico de la IBERO.
Sandoval explicó que la acumulación excesiva de dióxido de carbono atmosférico por el uso de carbón en la producción de energía eléctrica genera serios desequilibrios en el medio ambiente. Éstos se han traducido en fenómenos climáticos inquietantes documentados desde el inicio del presente siglo, por ejemplo, la caída de granizo del tamaño de pelotas de golf.