Al menos 12 horas duró la recuperación del plantel Cuautepec de la Universidad Autónoma de la Ciudad de México (UACM) por estudiantes que se oponen al paro de labores en esa casa de estudios. Poco después de las 20 horas de ayer, casi un centenar de alumnos del Consejo Estudiantil de Lucha (CEL) empezaron a saltar las bardas y entraron al inmueble para posesionarse nuevamente de las instalaciones y continuar la suspensión de clases. Un grupo de 40 estudiantes permaneció afuera para resguardar esa acción.
De acuerdo con algunos profesores que se encontraban dentro del campus, no hubo actos de violencia durante el ingreso nocturno, ya que había muy pocos estudiantes que resguardaban la reapertura de la mañana. «Las personas que estábamos adentro optamos por salirnos, ya que nos informaron que los miembros del CEL realizarían una asamblea».
Los paristas manifestaron temor de que hubieran dejado mariguana o alcohol, motivo por el cual realizaban una revisión exhaustiva.
Por la mañana, azuzados por el profesor Adalberto Robles Valadez, cercano a la rectora María Esther Orozco Orozco, unos 70 jóvenes con hachas y pinzas cortacadenas recuperaron de manera violenta el campus Cuautepec, que estudiantes inconformes con la gestión de la funcionaria mantenían tomado desde el 3 de septiembre pasado.
Luz María Ledesma, estudiante del octavo semestre de la carrera de comunicación y cultura, señaló que al llegar a las carpas donde se imparten clases extramuros, cerca de las 10:15 horas, ya se encontraba ahí Robles Valadez con un grupo de estudiantes, «a quienes hablaba del derecho que tenían de tomar clases dentro del plantel. Posteriormente, compañeros de ingeniería y política fueron de carpa en carpa a incitar a tomar la escuela».
Agregó que se dirigió al inmueble para ver lo que pasaba, “y unos 30 minutos después llegaron entre 25 y 30 estudiantes que toman clases extramuros, quienes se colocaron frente a la entrada principal, mientras otros 50 entraron por el estacionamiento con hachas y pinzas para cortar los candados; empujaron a mi compañero Pedro y a otro estudiante de nombre Félix, a quien amenazaron con las hachas.
«Isaac Huerta, estudiante extramuros, se paró frente a Félix y lo golpeó en el estómago; los que estaban dentro se dirigieron al área acondicionada como cocina, donde fuimos acorralados. Un estudiante de nombre Luis golpeó a Félix; luego, salimos del plantel».
Poco antes de trasladarse a la agencia 21 del Ministerio Público, en Cuautepec, el estudiante parista Pedro Antonio Cortés Catorce comentó que resguardaba la entrada principal del plantel «cuando alrededor de 40 jóvenes encabezados por el profesor Adalberto Robles, el que organizó el fraude electoral, dijeron que se trataba de una manifestación pacífica y comenzaron a gritarnos que les entregáramos el plantel. Mientras, por el estacionamiento entró un grupo de alrededor de 30 jóvenes encabezados por los estudiantes Luis Bravo e Isaac, de la carrera de ciencias políticas, quienes traían ganzúas y hachas».
De acuerdo con un boletín emitido por la Asamblea Universitaria después de la agresión, Antonio Cortés Catorce fue golpeado con pinzas cortacadenas en el estómago y en la espalda; Rubén Zárate, José Mariano Castillo Figueroa y Jorge Félix Cano Calva recibieron patadas y golpes en la cara. A este último además le robaron el teléfono celular.
Abril Barrera recibió empujones; Ernesto Nava Orozco fue golpeado en la boca; a Melanie le torcieron la mano para quitarle el celular con el que había registrado los hechos.
Entrevistados afuera del plantel, varios de los huelguistas se mostraron consternados y relataron cómo los orozquistas les marcaron la cuenta regresiva para que desalojaran las instalaciones.
Adentro del inmueble, los estudiantes Luis Alberto Bravo e Isaac Hurtado, partidarios de la rectoría, se mostraban sonrientes; el primero exhibía con ostentación una herida en la cabeza ante el fotógrafo de este diario, mientras Hurtado hacía alarde de haber recibido una herida de arma blanca en la mano. Los dos reconocieron su intervención en la recuperación del plantel. Bravo afirmó: «Esto no es ficción; a las 12 horas, aproximadamente, los compañeros inconformes, que somos mayoría, decidimos entrar al plantel con la finalidad de que se abran las puertas al estudio». Hurtado afirmó: «Claro que participamos en la recuperación quienes tomábamos clases en las carpas». Explicó que entre ellos había alumnos de ciencia política, administración urbana, ingeniería y sociales.
De complexión robusta y señalado de haber golpeado a los paristas, Hurtado alegó que éstos los recibieron con palos, piedras, mangueras de presión y extintores.
Hurtado y Bravo tienen un cubículo en el plantel Cuautepec que les asignó la rectora, según dicen, por haber ganado un concurso del Instituto de Ciencia y Tecnología del Distrito Federal.
Adalberto Robles Valadez intentó atajar las preguntas: «Yo no encabecé nada, yo no tomé el plantel», a pesar de que se le insistió en que varios estudiantes lo vieron azuzar a los alumnos que toman clases extramuros. Señaló que fue al plantel sólo como testigo de lo ocurrido, pues se lo pidió el coordinador del mismo.
Durante la tarde notarios públicos dieron fe de las condiciones en que se encontraba el plantel y autoridades universitarias daban por hecho y comunicaban que este jueves las clases se reanudarían en el campus Cuautepec. Sin embargo, al ser retomadas por la noche las instalaciones por integrantes del CEL, esa posibilidad quedó suspendida