Ante el lamentable y evidente avasallamiento de los poderes en el Estado de Sonora, donde el Legislativo y el Judicial son comparsa de los designios de un Ejecutivo despótico y prepotente, y a 30 días de mi arbitraria e injusta detención; desde el CERESO #2 de Hermosillo, Sonora, manifiesto a los tres niveles de gobierno que permiten mi ilegal e inconstitucional encierro lo siguiente:
Primeramente, reitero que soy un preso político. Asimismo, reitero que la fabricación de los delitos que se me imputan son totalmente al margen de la ley y violan todas las garantías y derechos que como sonorense, mexicano y nativo de estas tierras, me identifican como miembro activo de la Tribu Yaqui, con el cargo de Secretario del pueblo de Vícam.
Efectivamente, reconozco que este cargo que ostento no me lo han otorgado ustedes; es una facultad que mi pueblo en pleno ejercicio de su autonomía, derechos históricos consuetudinarios, derechos constitucionales e internacionales, me han conferido en asamblea y sin yo así solicitarlo.
Igualmente, reconozco que la libertad de acción y defensa de nuestro territorio, conformado por la tierra, el agua, los recursos naturales y los yoemes mismos, no responden a los intereses de los grupos económicos y políticos en el poder; más bien atienden al consejo de los mayores y tropas de nuestra tribu yaqui, que a pesar de mis limitaciones me conceden el honor de ser Secretario tradicional, vocero y representante común de la defensa legal en varios frentes de lucha jurídica a nivel local, federal e internacional, basados siempre en nuestra autonomía y libre determinación.
Es en este sentido que les digo, en pleno uso de mis derechos y facultades físicas y mentales, que ustedes no pueden juzgarme libremente porque ustedes mismos aun sin haber recibido condena de juez alguno, son prisioneros de sus propios prejuicios raciales y afanes de omnipotencia, y sus criterios e interpretación de las leyes claramente responden al dictado de los intereses políticos y económicos que impulsan el despojo de nuestras aguas del Río Yaqui a través del mal llamado ACUEDUCTO INDEPENDENCIA.
Asimismo, les digo que para detener la lucha en defensa de nuestra agua y territorio tendrían que encarcelar a miles de yoemes que luchan por su sobrevivencia misma, retrocediendo con esto a las guerras de exterminio orquestadas en el pasado no muy lejano por Porfirio Díaz, Ramón Corral y Álvaro Obregón, entre otros, que pensaban y actuaban exactamente como hoy lo hace el gobernador de Sonora, Guillermo Padrés Elías, y su camarilla del Nuevo Sonora.
Desde aquí mi solidaridad con el compañero Fernando Jiménez Gutiérrez, preso en el CERESO #1 y con el compañero Tomás Rojo, que sigue en plena defensa desde su trinchera, al lado de miles de hombres y mujeres valientes que ven en la defensa yaqui el anhelo de justicia y libertad para los de abajo, para los jodidos que somos los más muchos.
Manifiesto que a pesar de que nuestros mayores y autoridades tradicionales nos guiaron siempre por el sendero del estricto apego a derecho, hasta el día de hoy no hemos sido tratados de igual manera, ya que los ordenamientos judiciales que amparan nuestros derechos como pueblos originarios de estas tierras semidesérticas aun antes de la creación del Estado Mexicano, no se han cumplido a cabalidad; en cambio se manifiesta todo el odio y represión sobre nosotros, contraviniendo las leyes nacionales e internacionales.
Como ya se habrán dado cuenta, mi detención sólo habrá servido para ratificar que en Sonora, como en gran parte del país, la aplicación de la ley es selectiva y profundiza la brecha existente entre la mayoría que exige justicia y libertad y los pocos que piensan que con la represión y el uso a modo de la fuerza pública, se mantendrán intactos sus privilegios y feudos de poder.
Hoy como siempre tienen la oportunidad de rectificar, de reencauzar el rumbo de este gran país; sin embargo también sé que no será fácil. Mientras tanto, nosotros acá, desde el CERESO #2 y el #1, y muchos miles de yaquis y no yaquis lucharemos y nos haremos oír para manifestar nuestra firme convicción de cerrar filas por nuestra sobrevivencia misma. Antes como antes y ahora como ahora la tribu yaqui y los compas solidarios decimos ¡¡¡NÁMAKASIA!!!
Mario Luna Romero
CERESO #2
Hermosillo, Son.