El trastorno afectivo estacional (TAE) -un tipo de depresión que puede presentarse ante el cambio de estaciones, sobre todo en invierno- podría incrementarse en esta pandemia, sobre todo en estos momentos en los que las personas tratan de salir de nuevo y de adaptarse a nuevas circunstancias, explicó la Dra. Gabriela Alejandra González Ruiz, académica del Departamento de Psicologíade la Universidad Iberoamericana.
La especialista compartió que el TAE podría recrudecerse en esta época invernal por todas las pérdidas y dificultades que se dieron durante el confinamiento por el COVID-19, cuando no se pudo acompañar y vivir un proceso de duelo, lo cual rompió una estructura que permitía vivir el dolor. En este contexto, la psicóloga prevé un ‘rebote’ con mayores rasgos de tristeza, depresión y angustia.
Detalló que en esta época de fin de año, la autoevaluacion lleva a las personas a hacerse conscientes de las pérdidas, de su estado de salud o del impacto en sus empleos o negocios.
González Ruiz explicó que en el TAE hay una sintomatología previa. Es decir, no se da sólo por el cambio de estación, sino que las personas que llegan a padecer este trastorno presentan aislamiento, diferencias en el trabajo o la escuela, dificultades para relacionarse y vincularse con otras personas, así como problemas de concentración e incluso pensamientos suicidas. De tal manera que estos síntomas se intensifican con el cambio de estación.
«Está documentado que el TAE tiene una base de estudio físico, biológico, médico y psicopatológico, pues es una enfermedad multifactorial. Existe una correlación con la época navideña y la temporada invernal-otoñal (aunque hay estudios que refieren que suele pasar también en verano), tiempo en el que se genera mayor énfasis en alguna sintomatología que se correlaciona con estados de ánimo en un contexto o momento determinado, lo que influye en que se dé este tipo de trastorno”, dijo la psicóloga.
La académica, una de las responsables del proyecto SoyBienestar, una app para cuidar la salud mental, explicó que en el TAE reside una cuestión fisiológica-médica, es decir, es el cuadro de una persona que viene con antecedentes depresivos, de ansiedad e irritación. Además, hay una gran disminución de actividad física, incremento precipitoso del apetito -o lo contrario, ausencia de él-, así como el aumento o disminución de peso. También hay problemas para dormir y descansar bien, situaciones que puede agudizarse en esta temporada.
Por esta razón, la psicóloga especialista en arteterapia, recomendó ver este padecimiento desde el lado holístico, pues es un trastorno que no sólo tiene una plataforma médica-biológica-fisiológica, sino una parte psicológica y del contexto cultural, familiar o de pareja. Incluso, tiene que ver con una etapa de desarrollo.
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