Ahora, a partir de este mes (octubre 2017), y tras un acuerdo de reconciliación nacional alcanzado por esas dos principales formaciones políticas palestinas, para superar contradicciones, aquella situación parece ser ya cosa del pasado.
En efecto, el pasado 12 de octubre altos representantes Al Fatah y Hamas coincidieron en El Cairo en ‘facultar al gobierno de unidad nacional palestino para que desempeñe sus funciones en la Franja de Gaza y la Cisjordania (ocupada) a más tardar el 1 de diciembre de 2017’.
Según fuentes cercanas a las conversaciones, luego de tres días de diálogo propiciado y mediado por el jefe de la Inteligencia de Egipto, Khaled Fawzy, entre el representante de Al Fatah, Azzam Al Ahmad, y de Hamas, Saleh Al Arouri, ambas partes acordaron dar pasos en pos de la celebración de elecciones generales en todos los territorios palestinos.
Asimismo, estuvieron de acuerdo en que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) tome el control del cruce de fronteras de Rafah, que une a la Franja de Gaza con la egipcia península del Sinaí.
Como parte del entendimiento, en Gaza se formará además un comité conjunto para fusionar al personal de la ANP con los aproximadamente 50 mil empleados contratados por Hamas.
Ya el 17 de septiembre último Hamas había aceptado disolver su comité administrativo -que dirigía el sitiado enclave costero-, y permitir que el gobierno de reconciliación nacional palestino operara en Gaza.
Hamas y la ANP -liderada por el Al Fatah- han estado involucrados en un conflicto desde 2006, cuando la primera ganó las elecciones legislativas palestinas en Gaza y estallaron confrontaciones violentas por momentos, entre ambos partidos.
Desde entonces prevalecieron dos gobiernos paralelos: en Gaza (Hamas) y en la Cisjordania ocupada (ANP).
Tras la firma del acuerdo el 12 de octubre, el Gobierno egipcio reveló que para proseguir el diálogo de reconciliación nacional palestina invitó a las partes a reunirse de nuevo el 21 de noviembre 2017.
Si bien durante el diálogo en El Cairo, Tel Aviv mantuvo silencio, una vez concluido la oficina del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, manifestó que para que cualquier reconciliación palestina tenga el reconocimiento de Israel ésta debe incluir, entre otras condicionantes, el desarme de Hamas, movimiento que el estado sionista considera como organización terrorista.
Israel, sostiene el documento, insiste en que la ANP no permita ningún tipo de base para las ‘acciones terroristas de Hamas’ desde las áreas de Judea y Samaria (Cisjordania ocupada) o desde Gaza, si asume la responsabilidad de ese territorio.
Sin embargo, ya desde antes del encuentro de El Cairo el portavoz de Hamas, Hazem Qassem había enfatizado que las armas de la resistencia son legales, los miembros de las Brigadas Ezz El Din Al Qassam están para proteger a los palestinos y liberar sus tierras de la ocupación israelí, por lo cual un eventual desarme no debe ser un tema de debate.
Ahora, de cara a un proceso para consensuar posiciones en pos de la unidad nacional, aseguró Qassem, ‘la próxima fase de reconciliación será una reunión de representantes de todas las facciones palestinas en El Cairo para debatir los principales problemas nacionales, como el ala militar de Hamas (las Brigadas), el problema de las armas y las posiciones políticas’.
De momento, salvo diferencias en temas puntuales, existe coincidencia entre los palestinos de la importancia de la unidad como base para materializar sus legítimos reclamos territoriales en pos del establecimiento de un Estado palestino.
El presidente egipcio, Abdel Fattah El Sisi, alertó recientemente que ‘la historia castigará a quien pierda esta oportunidad de reconciliación para lograr la paz’.
Fuente: Manuel Vázquez
Publicado originalmente en Agencia Prensa Latina