La muestra de solidaridad se realizó como reacción a la declaración unilateral del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, de reconocer a Jerusalén como la capital de Israel y al fuerte proceso de convulsión social que protagoniza el pueblo hondureño tras las elecciones del 26 de noviembre, de la cual denuncian fraude electoral por la manipulación del proceso que dio como vencedor al candidato del Partido Nacional, Juan Orlando Hernández (JOH).
Las y los manifestantes se reunieron en Plaza Tribunales de Concepción, lugar en el cual brindaron su apoyo a los pueblos palestino y hondureño, gritando consignas junto a representantes de la comunidad palestina en Chile, por el intervencionismo norteamericano en dichos territorios.
Jerusalén fue ocupada de manera ilegal por el Estado de Israel tras la guerra de los seis días. En 1980 se creó la Ley de Jerusalén, mediante la cual el Estado sionista pretendió anexarse la ciudad completa como capital, lo que ha sido considerado como una manera de continuar con su brutal política de adueñarse de territorio palestino y una clara muestra de su desinterés por la paz. Jerusalén es considerada por el mundo árabe como la capital de Palestina. La tibia respuesta en la década de los 80 de la comunidad internacional -la que ha sido nula o incluso cómplice de la limpieza étnica de palestina protagonizada por el Estado israelita- fue trasladar sus embajadas a Tel-Aviv.
Las declaraciones de Trump han desatado distintas protestas a nivel mundial en defensa de la calidad de Jerusalén como capital del pueblo invadido por el Estado israelita. Las que además suman el rechazo internacional declarando a la decisión de Washington como violatoria del Derecho Internacional por parte del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas.
En Honduras, el candidato a reelección del Partido Nacional fue dado por ganador de los comicios del 26 de noviembre en un cuestionado proceso electoral que tenía en un comienzo una considerable ventaja al candidato opositor Salvador Nasralla. En multitudinarias protestas el pueblo hondureño alega fraude electoral al distinguir diversas irregularidades en el proceso, entre ellas, la tardía entrega de resultados que incluyó una supuesta falla “informática”, faltaban sellos que registraran a los votantes en los locales electorales, el material electoral no se entregó completo, menores de edad figuraban en el padrón electoral, así como fallecidos o personas que ejercían dos veces el sufragio o personas que aparecían registradas sin haberlo ejercido.
JOH es representante del sector que protagonizó el golpe de Estado contra el gobierno del Manuel Zelaya en 2009 y ha sido acusado de manipular la constitución a su antojo pues, sin rubor alguno, postuló nuevamente al ejecutivo siendo la reelección prohibida por la Constitución de la República en su artículo N° 239, el que además condena a aquellos que infringiesen esta norma al cese inmediato de sus funciones junto con el veto de ejercer como funcionarios públicos por un período de diez años.
Las protestas se han extendido por más de dos semanas y ya se contabiliza más de una docena de muertos en las calles. Los consecutivos llamados a paro nacional en contra de JOH han logrado que incluso la policía de honduras rechazara continuar reprimiendo las protestas, mientras el ejército sigue reprimiendo y haciendo cumplir el toque de queda impuesto desde el 1 de diciembre.
Juan Orlando Hernández representaría la continuidad y profundización de la agenda impuesta en Honduras, desde Estados Unidos tras el golpe. Hernández habría sido entrenado por el general John Kelly cuando era jefe del Comando Sur del Pentágono, considerado como una carta de Washington contra los gobiernos vecinos de centro-izquierda.
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