Oposición al plan de restauración de la mina de Aguablanca

El Salto

Foto: FLY&I en Unsplash

Ecologistas en Acción de Extremadura ha presentado alegaciones ante la futura reapertura de la mina de Aguablanca, explotación que fue paralizada hace más de seis años y que pretende ser reanudada por la empresa responsable del proyecto. La organización ha defendido que la mina de Aguablanca es un proyecto insostenible y que su reapertura supondría un daño irreparable del ecosistema de la zona.

Tras su cierre hace más de seis años, la Declaración de Impacto Ambiental del Proyecto Explotación por interior de la mina habría caducado, siendo necesario reconsiderar la situación ambiental actual y realizar un estudio para reevaluar el posible impacto.

También ha asegurado la organización ecologista que la volatilidad y fluctuación de la cotización de los valores de los minerales sumada al aumento de costes energéticos, hacen más que dudable la viabilidad y continuidad en el tiempo de este proyecto, abocándose, por ende, a nuevos parones y a la conflictividad social. La reapertura de la mina, afirman, responde más a intereses políticos-electorales que a una verdadera viabilidad que no sea especulativa.

La reapertura de esta mina podría ser una exigencia política para, en un futuro, adjudicar el proyecto minero de Cañaveral a la misma empresa propietaria. Por otro lado, la actividad extractiva, que no superaría los 4-5 años, estaría sujeta a una posible conflictividad social y laboral que no habría que despreciar.

La reapertura de la mina supondría un expolio hídrico del entorno que podría provocar un mayor déficit hidrológico en la zona en el actual ciclo de sequía

En cuanto al impacto medioambiental, Ecologistas en Acción de Extremadura ha denunciado que son múltiples los factores que amenazan al territorio colindante y que deberían ser acometidos nuevos análisis que tengan en consideración la evolución que el ecosistema ha desarrollado durante los años que la mina ha estado cerrada.

Las alegaciones hacen referencia a la balsa de lodos inertes, destacando la peligrosidad que los vertidos y filtraciones de dicha balsa y de la actividad minera, suponen para el entorno ambiental de la zona y la calidad de las aguas. La reapertura de la mina supondría un expolio hídrico del entorno que podría provocar un mayor déficit hidrológico en la zona en el actual ciclo de sequía.

Ecologistas en Acción de Extremadura ha puesto el acento además en la peligrosidad del uso de la balsa de lodos tóxicos para almacenar las aguas químicas de la corta, puesto que no se diseñó desde un principio para almacenar estas aguas y ya ha presentado roturas y filtraciones en el pasado. Además se produciría una rehidratación de estos lodos, aumentando su peligrosidad, según los datos extraídos de los propios informes de evaluación y del Instituto geológico y minero de España.

El colectivo ecologista también ha denunciado la falta de actuación de la Junta sobre el control de los metales pesados que han afectado considerablemente a la calidad del agua, aire y suelo del entorno. 
Otros factores de importancia a los que se refieren las alegaciones son la contaminación lumínica y acústica después de tantos años, y sus efectos no deseados en los ecosistemas y fauna de la zona, así como el riesgo por atrapamiento en las balsas impermeabilizadas, que ponen en riesgo el hábitat donde se encuentran varias especies protegidas.

Por todo ello, Ecologistas en Acción de Extremadura exige la clausura y restauración definitiva del proyecto de Aguablanca así como el reconocimiento de los valores medioambientales del ecosistema de la zona.

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