Santiago, 16 de mayo. Decenas de miles de estudiantes chilenos se manifestaron hoy en el centro de Santiago para exigir una reforma completa del sistema educativo y rechazar las propuestas tributarias del presidente derechista Sebastián Piñera, en la segunda gran marcha nacional de este año que se extendió a otras ciudades como Valparaíso, Concepción y Copiapó. En esta protesta en demanda de una educación gratuita y de calidad, los estudiantes de secundaria y universitarios arrancaron la marcha en la capital desde la emblemática Plaza Italia y avanzaron por La Alameda en completa tranquilidad, convocados por la Confederación de Estudiantes de Chile (Confech), y con autorización de la Intendencia Metropolitana. Según la Confech, esta jornada nacional reunió a unas 100 mil personas. A la marcha se sumaron profesores y padres de familia. Portando grandes carteles, los manifestantes pasaron la céntrica avenida Alameda para luego enfilar por Cardenal Caro y concluir con un acto artístico frente al centro cultural Estación Mapocho. Como lo hicieron a lo largo del año pasado con numerosas manifestaciones, esta vez los estudiantes volvieron a exigir una profunda reforma del sistema educativo chileno, uno de los más caros y desiguales del mundo, ya que incluso las universidades públicas cobran miles de dólares en un sistema heredado de la dictadura militar de Augusto Pinochet (1973-1990).
Vamos a seguir siendo rebeldes porque el movimiento estudiantil no se va a conformar con que se hayan corregido algunos excesos, afirmó el líder de la Federación de Estudiantes de la Universidad de Chile, Gabriel Boric.
Estamos acá para pelear por un nuevo tipo de democracia. Esta lucha no se va a acabar este año, advirtió. Boric llamó a que el presidente Piñera, durante su informe del 21 de mayo ante el Congreso Nacional, se
comprometa a asumir cambios de fondo en el sector educativo del país, porque el modelo de un sistema para ricos y otro para pobres se agotó. Insistió en que
la educación es un derecho social universal que debe ser garantizado por el Estado. La dirigente estudiantil Camila Vallejo declaró:
esperamos reinstalar la agenda educativa desde el mundo social, ya que no estamos dispuestos a aceptar medidas o ajustes que tiendan a profundizar modelos de segregación socioeducativa o que atenten contra el avance en la búsqueda de mayor igualdad en Chile. La marcha en Santiago se realizó de manera pacífica y sólo se vio empañada al final por algunos enfrentamientos protagonizados por grupos de encapuchados que se enfrentaron a la policía y que fueron dispersados con chorros de agua y gas lacrimógeno. El saldo fue de 70 detenidos.