Ciudad de México | Desinformémonos. El Capitán Marcos, del Ejército Zapatista de Liberación Nacional (EZLN), respondió que la atención de los zapatistas y su silencio de estos años es señal del esfuerzo «por ver más lejos y buscar lo que buscan todos, todas, todoas: una salida de la pesadilla», luego de que medios y periodistas hablaran sobre «la derrota zapatista» tras el anuncio de la desaparición de los municipios autónomos y las Juntas de Buen Gobierno.
«Conforme vayan conociendo, por los escritos subsiguientes, lo que hemos estado haciendo, tal vez entiendan que nuestra atención ha estado en otro punto», señaló el Capitán en un comunicado.
«Estamos seguros de que, después, cuando ya se sepa todo el sentido de esta etapa, tendrán el mínimo de honestidad para decir y publicar: “No tenemos la más remota idea de lo que hicieron, de lo que hacen ni de lo que harán. Lo mejor hubiera sido preguntarles a los zapatistas y no a los antizapatistas”. ¿O no son honestos?», cuestionó.
A continuación el comunicado completo:
QUINTA PARTE: “AHÍ VA EL GOLPE, JOVEN”
Noviembre del 2023.
P.D. QUE AVISA. – Ya les íbamos a contar de qué va todo este asunto, pero leyendo, viendo y escuchando la sarta de barbaridades que dicen y escriben los “especialistas” en todo y conocedores de nada (sobre supuestos repliegues, desmantelamientos, avances del crimen organizado y “vueltas al pasado” -coletos tenían que ser la mayoría-), pues decidimos mejor dejarlos que sigan eructando.
Con sus profundos análisis y bien fundamentadas investigaciones, los zapatólogos sentencian: “muestra de la derrota zapatista es la pérdida de la identidad indígena: los indígenas jóvenes ya usan botas vaqueras, en lugar de andar descalzos o en huaraches. Y se arreglan para ligar, pantalón y camisa nuevos – ¡o planchados! -, en lugar de usar calzón de manta y comprar su mujer según los usos y costumbres indígenas. Y andan en motocicletas, en lugar de cargar sobre sus espaldas a sus patronas coletas. Ya nada más falta que las indígenas jóvenes usen pantalones o que, ¡horror!, jueguen fútbol y manejen vehículos, en lugar de servir a las señoras coletas. Incluso que se atrevan a bailar cumbias y ska en lugar del Bolonchon, y a cantar rap y hiphop en lugar de salmos y odas a los finqueros. Y que, como otra señal de la pérdida de su identidad indígena, se llegue al absurdo de que sean subcomandantes, comandantes ¡y comandantas! Y que se gobiernen a sí mismos. Y que no pidan permiso para ser como se les dé la gana ser. Y que viajen y conozcan otras tierras. Y que trabajen y ganen su paga sin tienda de raya. Y que no los tengan en campos de concentración, como en Gaza, para que no agarren ideas “sinaloenses” o sea extranjeras -porque los mayo-yoreme en Sinaloa, puro narcocorridos, oiga-. Por culpa del zapatismo ya no tendremos trabajo los antropólogos. Una pena. Y todo por no seguir a la vanguardia revolucionaria del proletariado o a MORENA, es lo mismo. Grave error del zapatismo el no obedecernos. Porque ahora los indígenas ya no bajan la mirada cuando los topas. Te miran como con irreverencia, con desafío, con rabia, como si nosotros fuéramos los intrusos y no ellos, como si nosotros fuéramos los criminales y no ellos. Antes eso sólo lo hacían los zapatistas, ahora cualquier chamulita te planta cara. Y, como dice el marxismo-leninismo-estalinismo-maoismo-trotskismo-todos-los-ismos, cualquier indígena que no sea como el manual de antropología, es narco”.
Estamos seguros de que, después, cuando ya se sepa todo el sentido de esta etapa, tendrán el mínimo de honestidad para decir y publicar: “No tenemos la más remota idea de lo que hicieron, de lo que hacen ni de lo que harán. Lo mejor hubiera sido preguntarles a los zapatistas y no a los antizapatistas”. ¿O no son honestos?
Díganles a esos “periodistas” que siempre es mejor, aunque más incómodo y no deja paga, entrevistar a los actores, no a los espectadores, villa melones y paramilitares haraganes. El periodismo de investigación es un trabajo profesional que requiere, muchas veces, riesgos e incomodidades. Pero, no preocupar, entendemos que cada quien se busca el sustento como puede.
Entonces, como saludo para los “zapatólogos”, seguimos con estas P.D. hechas con mucho cariño:
P.D. DE LA CAPITANÍA DE PUERTO DE MONTAÑA. – Teníamos preparadas una serie de frases ingeniosas para burlarnos de la clase política en su conjunto (oficialistas y oposición), pero ahora pensamos que no tiene caso, ya cada rebaño tiene su pastor o cada pastor su rebaño. ¿O alguien cree, ingenuo, que el asunto es entre dos pastoras?
Nuestro silencio de estos años no fue, ni es, señal de respeto ni aval de nada, sino de que nos esforzamos por ver más lejos y buscar lo que buscan todos, todas, todoas: una salida de la pesadilla. Conforme vayan conociendo, por los escritos subsiguientes, lo que hemos estado haciendo, tal vez entiendan que nuestra atención ha estado en otro punto.
Pero entendemos que más de uno padezca lo que los zapatistas llamamos “tortícolis teórica” que se produce por tanto mirar hacia arriba y afecta el buen juicio, el sentido común, la decencia y la honestidad – además de que es adictiva y crea dependencia crónica -. Comprendemos las limitaciones en sus horizontes de análisis. Una cosa es el escritorio, la academia, la columna periodística, el reportaje a modo, el puesto gubernamental, el chisme de café revolucionario o las redes sociales, y otra cosa es la realidad.
Esta última no sólo no paga, sino que cobra y muy caro. Ya lo dijo Shakira: la realidad factura, y no incluye el IVA. Ni modos.
No haremos leña de los árboles caídos allá arriba. La realidad, esa necia implacable, hará lo suyo y las últimas astillas serán las que saque el crimen organizado del cobro de piso en las propuestas de unos y otros.
Unos se masturban con la mañanera. Otros con la destrucción, las muertes, los asesinatos, las violaciones, las desapariciones, el hambre, la guerra, las enfermedades, el dolor y la pena. Ninguno tiene una propuesta política viable y seria, sólo entretienen… hasta que ya no.
Pero ya que estamos hablando del autoerotismo: puestos a escoger entre Bertha y Claudia, pues Wendy.
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Vale, salud y ¿ahora qué voy a hacer con mi traje para bailar corridos tumbados?. “Compa, ¿qué le parece esa gorra?” … ¿Qué? ¿No va así? ¿No les digo? Es la pérdida de la identidad indígena. Ojalá lleguen pronto los antropólogos a salvarnos.
Desde las montañas del Sureste Mexicano.
El Capitán.
(guapísimo con su sombrero vaquero. Lo que sea de cada quien con su cada cual ¡Ajúa raza!)
México, 40, 30, 20, 10 años después.
P.D. “CONTEXTUAL”. – Televisa siendo Televisa y antropólogos siendo antropólogos: https://www.nmas.com.mx/noticieros/programas/en-punto/videos/ezln-cierra-caracoles-avance-crimen-organizado/