Ayotzinapa, Guerrero I Desinformémonos I Los integrantes del Mecanismo de Seguimiento de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) para el caso Ayotzinapa llegaron a México y fueron a visitar la Escuela Normal Rural Raúl Isidro Burgos, donde fueron recibidos por padres, madres y estudiantes normalistas.
Encabezados por la Relatora para México por parte de la CIDH, Esmeralda Arozamena de Troitiño, el equipo del Mecanismo de Seguimiento recibió flores, marcharon por las calles de Tixtla y escucharon cantar a los jóvenes normalistas para luego reunirse de forma privada con los la comisión de padres y los abogados del caso.
En su agenda, está la reunión que sostendrán el martes 29 de agosto con la Procuraduría General de la República (PGR) en la que estarán presentes también los padres y madres de los 43 jóvenes desaparecidos hace ya casi tres años. El miércoles 30 de agosto, rendirán un informe de sus actividades en México durante este encuentro.
Durante el evento, la Relatora para México, Esmeralda Arozamena de Troitiño subrayó “estamos aquí no sólo para cumplir el mandato de seguimiento, sino también en un compromiso de vida” y que su compromiso es “hacer todos los esfuerzos para que ustedes alcancen la respuesta que están esperando, que es la respuesta a la que tienen derecho”.
Estas son las palabras de la Relatora en el encuentro realizado el lunes 28 de agosto en la Normal de Ayotzinapa:
Quiero expresar hoy mi sentimiento de solidaridad humana, de compromiso personal y también institucional. La desaparición de las personas es un acto cruel y perverso, afecta no solo la vida y la integridad física, mental de las víctimas, también de los familiares que cada día, cada momento y cada instante siguen viviendo el dolor, no solo de la ausencia, el dolor de no saber, de no tener una respuesta, de no poder tener ese acceso a la verdad que pudo haber acontecido.
Estamos aquí con un propósito, no sólo de cumplir con lo que en el mecanismo de seguimiento a la medida cautelar impuesta y a los informes y recomendaciones del GIEI, sino que estamos aquí en un compromiso con la vida. En el tramo que hice en la camioneta con un chico de 19 años dijo una expresión que me llenó de orgullo “la escuela, Ayotzinapa, hoy es la conciencia, no sólo de este pueblo, es la conciencia de esta Nación”.
De ahí mi reconocimiento y mi petición a todas y todos de no claudicar, de sumarse y de sumar a todos. En el canto también lo decían los estudiantes, “juntos debemos levantar esta bandera, la bandera de la dignidad, de un pueblo, la bandera de la dignidad de una nación”. Creo que eso es lo que nuestros países necesitan y nuestros gobiernos entender.
El centro de las instituciones, del derecho, el centro del Estado y de nuestros países es su gente, sus personas. Y eso hay que demostrarlo siempre, unidos con ese sentimiento de solidaridad humana.
No sólo para cumplir nuestro mandato, sino que también es para establecer este contacto que ahora tenemos y que agradecemos nos den la oportunidad, porque estamos conectados todos y todos somos uno y cuando hacemos este contacto personal el agradecimiento lo tengo que hacer yo, porque la vida, la fuerza, la energía nos coloca en un momento para asumir y vivirlo.
Mi responsabilidad, mi promesa y sentimiento es que tenemos que hacer todos los esfuerzos para alcanzar la respuesta que están ustedes esperando, pero también la respuesta a la que tienen derecho y por la que hay que reclamar, defender y exigir.
Muchas gracias y para ustedes mi abrazo fraterno y solidario.