Ciudad de México | Desinformémonos. Ni el gobierno mexicano ni los empresarios tienen la voluntad política para lograr que los salarios agrícolas sean iguales en México, Estados Unidos y Canadá, tal como pretende el presidente estadounidense Donald Trump, aseguró el rector de la Universidad Autónoma de Chapingo (UACH), Sergio Barrales Domínguez.
Señaló que entre las prioridades gubernamentales de México en la renegociación del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLCAN) “no está el campo”, pero que “sí van a entregar los hidrocarburos”, por lo que advirtió los mexicanos no se beneficiarán del acuerdo.
“Nos quieren imponer un salario en el campo” que no se podrá pagar, afirmó Barrales Domínguez, quien explicó que mientras en Estados Unidos se paga entre 9 y 12 dólares la hora, en México son 90 pesos por una jornada de diez horas o máximo 150 pesos por una jornada de siete de la mañana a medio día, de acuerdo al cultivo y la zona de trabajo. “Jamás podremos pagar ni nueve dólares la hora. Nunca se podrá pagar así”.
Por el contrario, indicó que la propuesta se trata más bien de un “mecanismo de control en la comercialización a favor de Estados Unidos” para impedir las exportaciones nacionales.
Durante la presentación de Innovación del Proceso Agroindustrial para la Transformación y Comercialización de Haba, expresó su apoyo a la Campaña Nacional de recopilación de dos millones de firmas para impulsar la Consulta Ciudadana con el fin de que el Senado no continúe con la renegociación del TLCAN o que excluya el apartado agrario del acuerdo.
Por último, señaló que es necesario impulsar la producción y el mercado interno y alejar las invasiones extranjeras de países como China o Estados Unidos.
El 16 de agosto, varios campesinos, sindicatos y organizaciones señalaron que en la renegociación del TLCAN México debe garantizar la soberanía nacional y la seguridad alimentaria, “excluir los granos básicos, especialmente el maíz”, así como los cultivos transgénicos y seguir el principio precautorio: “en caso de duda, no se autoriza”.
Desde antes de que se anunciara la renegociación del tratado, varios sectores agrícolas se opusieron y aseguraron que el gobierno no tomaría en cuenta a los campesinos, tal como sucede ahora. Por ello, solicitaron que si no serán considerados en las negociaciones, el apartado agrario del TLCAN sea extraído para garantizar la soberanía alimentaria.