Nestora Salgado. La detención

Gloria Muñoz Ramírez

II de V partes

Ciudad de México.“Nosotros no nos brincamos las trancas. Nosotros tomamos en cuenta al gobierno y queríamos caminar de la mano con él. Ésta no era una lucha contra el gobierno, sino contra la gente que nos estaba haciendo daño, que ahora veo que son los mismos, que no hay una línea divisoria”, dice Nestora Salgado en esta segunda parte de la entrevista realizada en un salón del penal femenil de Tepepan, donde permanece recluida bajo la acusación principal de secuestro.

La comandanta de la Policía Comunitaria de Olinalá, presa desde agosto del 2013, explica a Desinformémonos que ante la ola de violencia que imperaba en las comunidades, la gente de su pueblo fue “a pedirle al gobierno apoyo, seguridad, pero nos ignoraron todo un año”. Antes de que Olinalá se levantara, refiere “se juntaron firmas para pedirle al gobernador Ángel Aguirre que nos mandara seguridad. Nosotros no teníamos ejército en el pueblo, no había nada”.

“Lo primero que hago”, dice “es concientizar a la gente y consensar si estaban de acuerdo en que este nuevo sistema (la policía comunitaria) se implementara, porque no es una decisión de Nestora imponer una policía comunitaria, sino que se llevó a consenso a las colonias, a los barrios, para ver si estaban de acuerdo”. Un integrante de la policía comunitaria, indica, “es nombrado por su barrio, por su colonia, porque ellos lo conocen, saben su comportamiento, sus actitudes, si apto para ser policía comunitario, si tiene buenos principios, una moral buena”.

En momentos que la Policía Comunitaria hacía sus labores, amparada en la Ley 701 que legaliza su existencia y operaciones, llegaron los rumores sobre la posible detención de la comandanta, como la llamaba la propia Marina y el ejército. “Me llamaban personas que conocía dentro del mismo gobierno y me decían, sabe qué señora, va a salir una orden de aprehensión, así que estése lista. Yo no tuve miedo porque el pueblo me apoyaba, porque el pueblo sabía que lo que hicimos fue legal… Dos días antes me reuní con mi gente y les dije que era probable que me arrestaran, o nos arrestaran, pero que teníamos que ser fuertes”.

Nestora sonríe cuando recuerda que no le daba miedo la cárcel, porque “no la conocía”. Pensaba que si la detenían, saldría pronto. Les dije “vamos a salir pronto, porque no hemos cometido ningún delito. No se asusten. Tenemos la fuerza del pueblo, de los pueblos. Nos van a llevar a una investigación y nos van a dejar libres”. Nunca imaginó, dice, “que todo ya estaba planeado, que se había formado un operativo grandísimo. No había visto detenciones con tanta saña, con tanta fuerza del Estado, con federales, con la Marina, para agarrar a una mujer”.

“A mí me detiene el ejército el 21 de agosto del 2013, arbitrariamente. Yo iba a cargar gasolina y me detienen sin ninguna orden de aprehensión, sin ningún por qué. No me dijeron nunca `te estamos deteniendo´, simplemente no me dejaron pasar. Yo les preguntaba por qué, veía cómo los demás carros pasaban y no les hacían revisiones como la que me habían hecho a mí”.

Nestora narra minuto a minuto el operativo con el que la trasladan a la PGR, luego a Acapulco, donde tuvo miedo de que la desaparecieron, pues sólo la llevaron a un cuarto y al otro día, a bordo de una camioneta blindada custodiada por la Marina, la policía estatal y miembros del Ejército, la trasladan a un avión que la llevaría al penal de alta seguridad de Tepic, Nayarit.

Antes, frente al Ministerio Público, Nestora pregunta el motivo de su detención. Le informan que está acusada de secuestro y ella ríe. “Le dije, usted sabe que no secuestré, que las detenciones de la policía comunitaria no son secuestros”.

En ese momento la luchadora social insiste en que es ciudadana americana y solicita la presencia de la embajada de Estados Unidos, además de alguien de su comunidad, “porque como nosotros somos pueblos indígenas, la ley 701 dice que cuando detienen a una persona de la comunidad, tiene que estar un representante de la misma comunidad”. Salgado afirma que como respuesta a su solicitud, le aventaron su pasaporte. “Le dije que había entrado como ciudadana americana y que eso quedaba registrado en migración. Pero se rió de mí, y con un descaro me dijo `¿sabe cómo le hacemos nosotros? Les decimos que los llamamos y que no nos contestaron´. Así”.

Después de rendir su declaración, Nestora es trasladad a Tepic: “El penal es grandísimo, impresionante. Me reciben y cuando me pasan a una cámara para dar los datos, me preguntan cuál es mi delito. Contesto que ninguno. Ahí la gente es muy mala, no es humana. Digo que soy policía comunitaria y que no he cometido ningún delito, que no sé qué cargos tengo”. Le especifican que está ahí por secuestro. Y la obligan a repetirlo.

Créditos Video:

Entrevista: Gloria Muñoz Ramírez

Cámara: Ricardo Deneke

Edición: Ilián González

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